El sector asegura que tras un mes de julio mejor que en 2014, O Marisquiño ha superado todas sus expectativas
Por primera vez, Vigo comenzará el mes de agosto con una ocupación hotelera del cien por cien. Si las fiestas del Cristo habitualmente incrementaban las reservas, la nueva edición del festival O Marisquiño, que se celebrará entre los días 7 y 9 de agosto, ha sido el principal detonante de esta situación que ha “superado todas las expectativas”, según reconoce César Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hospedaje (Asehospo).
En palabras de Ballesteros, “Vigo cuelga el cartel de ‘completo’ por fin”. Las previsiones no podían ser más favorables, algo de lo que los empresarios del sector se sienten muy satisfechos. “El mes de julio ha ido mejor de lo esperado y, a falta del balance definitivo, esperamos haber superado el porcentaje de ocupación del año pasado”, asegura el presidente de Asehospo quien admite la importancia de que la ciudad “organice eventos como O Marisquiño y los mantenga activos en el tiempo, cualquier celebración de este tipo es un gran beneficio y atractivo para recibir visitantes”.
Los propios organizadores del evento, Arnette, informaban ayer de que el festival había agotado la capacidad hotelera de la ciudad a falta de nueve días para el evento. “Los principales buscadores sólo ofrecen ya habitaciones sueltas en unos pocos hoteles de la ciudad, por lo que se espera que en cuestión de horas se agoten de forma definitiva”, expresaba la organización asegurando que “se trata de un hecho sin precedentes que da idea del enorme crecimiento de un festival que este año prevé batir todos sus records”.
El propio Ballesteros aseguraba que si bien el mes de agosto “cuenta con tirón por las fiestas del Cristo, lo de O Marisquiño realmente ha sido muy importante”.
El festival ha conseguido un gran arraigo en la ciudad, en plenas fiestas, lo que impide al sector tener que estar pendiente del clima. De hecho, este año, la ola de calor que ha sometido en julio a la mayoría de la península ha jugado en favor de Vigo y el resto de Galicia, con la llegada de turistas en busca de temperaturas más suaves. La ausencia de lluvias en el primer mes del verano también han sido claves para una temporada que podría terminar con muy buenos resultados para el sector hotelero de la ciudad, un termómetro del turismo que se desplaza hasta Vigo, que ha llenado sus barcos a Cíes y que ha contado también con jornadas de records en cuanto a llegada de viajeros por trasatlántico, con escalas de más de cuatro horas.
“Es fundamental mantener este tipo de eventos porque suponen una importante impulso económico”, dice Ballesteros. O Marisquiño calcula que el año pasado generó 12,5 millones de euros.n
