Ucranianas en Vigo: “¿Por qué ahora está la bandera rusa sobre mi ciudad?”

Luidmila Lysencko, en el centro,  acudió ayer al acto organizado por AGA en los Norte.
photo_camera Luidmila Lysencko, en el centro, acudió ayer al acto organizado por AGA en los Norte.
Luidmila Lysencko vive con su madre en Vigo, tras sobrevivir a los bombardeos de Mariúpol. Ayer compartió su experiencia

Los Multicines Norte acogieron ayer la proyección de “20 días en Mariúpol”, el documental ganador del Óscar, que recoge el inicio de la invasión rusia en Ucrania. El evento, organizado por la Asociación Galega de Axuda á Ucraína (AGA-Ucraína), contó con la participación de Luidmila Lysenko, superviviente de los bombardeos de esta ciudad, que encontró asilo en Vigo con su madre, de 82 años. “Estábamos escondidas en un pequeño sótano sin ventilación; después de cada explosión teníamos que correr a apagar el fuego en los apartamentos para que el humo no entrara en el sótano y pudiesemos respirar”. Explicó cómo arrancaba el papel de las paredes con las uñas, dejándose muchas veces la piel y sofocaba las llamas con mantas.

Recordó que muchos de los que sobrevivieron a las bombas, murieron de enfermedades pulmonares, de cáncer de garganta o de fallos cardíacos. “Cuando vine a España, creo que solo me funcionaba un pulmón, pero me fui recuperando por la cercanía del mar; mi madre sigue tosiendo y sabemos que esto es un recuerdo del sótano”.

Con ayuda de la asociación Emergency Home y Girasol (Ucranianos en Galicia) logró rehacer su vida. “Vigo es muy parecida a Mariúpol, me siento bien, pero quiero volver a casa, donde nací y viví”.

Ante la desinformación de Moscú, replica que “si como dice Putin, no vinieron a conquistar territorios, ¿por qué ahora está la bandera rusa sobre mi ciudad?”. Mariúpol perdió todo esplendor. Tras los ataques está en ruinas y no es segura. “Está llena de extranjeros de las regiones lejanas rusas, que la consideran suya, hacen registros durante el día y en mitad de la noche sin ningún motivo; roban y violan, se les permite hacer todo”, afirma Lysenko, que espera que su retorno no esté lejos. “Viajé mucho, pero cuando volvía a casa siempre era muy feliz”.

El testimonio de esta vecina de Mariúpol reforzó la realidad que mostró el documental. “Es el registro de los crímenes de guerra cometidos por parte de los rusos contra el pueblo ucraniano”, apunta Rodolfo García, integrante de AGA- Ucraína. La asociación, con sede en Coruña, fue creada una semana después de la primera incursión rusa, en febrero de 2022. Desde entonces siguen congregándose cada sábado en la Praza de Lugo de la ciudad herculina: “Pedimos una paz lógica y reivindicamos los derechos de los más de 3.000 refugiados ucranianos hay en Galicia”. Desde el inicio del conflicto, de los 150 ucranianos censado en Vigo pasaron a ser 405. Desde AGA quieren promover un acercamiento con los exiliados en el sur de Galicia, ya que con más de 340 asociados a su grupo de Facebook y con 250 asociados, sus acciones se centran principalmente en los residentes en Coruña, Ferrol o Arteixo.

El tipo de ayuda varió. En 2022 se centraba en buscar piso y trabajo a los que llegaban, al tiempo que se mandaban alimentos y generadores eléctricos. Desde Galicia salieron con la asociación hasta 20 trailers. 

En abril del año pasado cambió la estrategia y comenzaron a colaborar con una ONG local de Kiev, recaudando fondos para los proyectos más urgentes. Actualmente, recogen donaciones para una asistencia sanitaria móvil que pueda recorrer las poblaciones aisladas por detrás de la línea de combate. Según indica el representante de AGA, “el objetivo es atender a las personas mayores que no quieren abandonar sus casas y llevan tiempo sin un chequeo médico o para atender embarazadas fuera de los centros de salud”. El segundo proyecto con el que colaboran es “Quero ouír”, que dotan de audífonos tanto a civiles como militares que perdieron la audición en el conflicto.

“Antes de la guerra ya conocía Ucrania, pero no deja de sorprenderme la capacidad de superación de este pueblo y sus resilencia, están llenos de fuerza y de empeño por recuperar sus vidas”, destaca Rodolfo García, uno de los organizadores del evento de ayer.

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