CONFLICTO EN LOS MERCADILLOS

"Somos los rehenes de un conflicto que no creamos"

La presencia policial era habitual en la cita de Bouzas, suspendida hace más de un mes.
photo_camera La presencia policial era habitual en la cita de Bouzas, suspendida hace más de un mes.

Ambulantes de Bouzas y Coia aseguran estar al límite en su quinta semana sin trabajar

"Hay familias a las que ya les han cortado la luz y que no tienen con qué afrontar el día a día" asegura una de las vendedoras ambulantes que hoy no podrá montar por quinto domingo consecutivo en el tradicional mercadillo de Bouzas. Asustada por "el mal ambiente que se vive en las ferias", prefiere mantener el anonimato como muchos otros compañeros que temen represalias si aparecen publicados sus nombres. El Ayuntamiento de Vigo decidió suspender este mercadillo y el de Coia por motivos de seguridad tras el tiroteo que se registró en octubre en la VG-20. Para las 175 ambulantes que desde hace más de veinte años participan en esta cita semanal,   una de las más importantes del área metropolitana, la situación que están viviendo “está al límite. Hace más de un mes que no podemos instalar nuestros puestos y las facturas sin embargo siguen llegando. Somos los rehenes de un conflicto del que no somos responsables y con el que no tenemos nada que ver”, aseguraba Sol, que regenta desde hace cuatro años un puesto de comida y que dice no tener miedo. 
Los problemas económicos que están enfrentado llevó al colectivo a presentar el viernes un escrito en el registro municipal, avalado por más de 2.500 firmas, para pedir ayudas económicas para los afectados. “En estos mercadillo no sólo hay zamoranos y morones, también hay muchos otros vendedores cuyo única fuente de ingresos son sus puestos y ahora se ven sin poder trabajar, con deudas y con los acreedores llamando a sus puertas”, aseguraba desmolarizada una de las afectadas que se lamentaba que “están jugando con el pan de nuestros hijos”.
La idea generalizada es que "los que están detrás de este conflicto quieren estropear los mercadillos". Por ese motivo, los ambulantes que montaban hasta hace poco más de un mes en las dos citas viguesas "no entendemos la decisión que ha tomado el Ayuntamiento. Los mercadillos se siguen celebrando en todo sitios. Lo único que han hecho ha sido aumentar la vigilancia. Pues que hagan lo mismo en Vigo" decía Sole, una opinión que comparten sus compañeros que además apuntaban que "los responsables de estos enfrentamientos están interesados en que nos e celebren, entre otras cosas porque no viven de esta actividad como el resto de los ambulantes".
 La solución a este conflicto que parece enquistarse en los mercadillos del sur de la provincia y que ya ha salpicado a la provincia de A Coruña está "en que denuncien", aseguran todos. "Los zamoranos tienen que denunciar para que no paguemos todos las consecuencias. Si lo hubieran hecho cuando fueron obligados a irse, otro gallo cantaría". Para todos lo importante es "conseguir recuperar el ambiente de tolerancia, de convivencia y compañerismo que había en los mercadillos antes de que empezara todo".Algo que aseguran que "debe ser ya porque no podemos aguantar mucho tiempo más. Hay gente que sufre depresiones, que no se atreve ni a atender el teléfono por miedo a los acreedores. Necesitamos medidas urgentes porque ya no aguantamos más".n

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