El microclima seco de Balaídos

Dos jóvenes abanderados se protegen de la lluvia el día del Sevilla, una de las excepciones.
photo_camera Dos jóvenes abanderados se protegen de la lluvia el día del Sevilla, una de las excepciones.
El Celta apenas ha jugado con lluvia dos partidos de 16 en casa esta temporada, aunque amenaza para mañana

Hubo tiempos en que los rivales del Celta se preparaban para luchar contra los elementos cuando les tocaba visitar Balaídos. La pregunta de la lluvia en las ruedas de prensa de los entrenadores del contendiente de turno eran obligadas y se temía la costumbre del conjunto celeste de jugar bajo el agua como una circunstancia más a superar. Eran tiempos.

 

 

Porque la lluvia ya no es un factor -más determinante o más accesorio- en los encuentros del Celta en Vigo. Baste con echar un ojo a la actual campaña, en la que únicamente en dos de los 16 duelos disputados ante la afición celeste sobre el Lagares apareció la lluvia. Y nunca de tal manera que llegase a condicionar el juego.

Las dos excepciones al microclima seco de Balaídos fueron los duelos ante el Sevilla, el pasado 4 de noviembre en la jornada 12, y ante el Almería, el 1 de marzo en la jornada 27. El primero de los dos encuentros bajo el agua acabó con empate polémico, con aquel penalti primero señalado y después anulado de Navas a Douvikas, mientras que el segundo fue un triunfo ajustado (1-0) ante el colista con gol de Mingueza a través de una zapatazo desde fuera del área, en el que fue el último encuentro de Rafa Benítez como entrenador celeste en el estadio vigués.

 

 

En los otros 14 partidos, la lluvia no apareció. Y eso que hubo algunos en los que sí llovió en Vigo ese día pero respetó la hora del partido: ante el Mallorca el 16 de septiembre, ante el Atlético de Madrid el 21 de octubre, ante el Cádiz el 4 de diciembre o ante el Rayo Vallecano el 31 de marzo.

Tras todo lo antedicho, se apunta a que el partido de este domingo ante el Villarreal sí contará con la lluvia como elemento de acompañamiento. El frente que ya dejó ayer lluvia se extenderá a lo largo de todo el fin de semana pero no se estima que a la hora del encuentro sea especialmente escandalosa. Fueron tiempos.

A la cuarta fue la vencida con el césped del estadio

A la cuarta fue la vencida. Tal es el convencimiento en el seno del Celta acerca del césped de Balaídos, que tantos quebraderos de cabeza ha dado en la presente temporada. El verde estrenado hace dos meses y medio en el duelo contra el Barcelona ha pasado todos los exámenes que se le han presentado. Porque, aunque haya habido pocos partidos pasados por auga -sólo el del Almería desde su instalación-, Vigo sí ha registrado periodos de precipitaciones que podrían haber dañado un tepe débil. Por suerte, no ha sido el caso.

Cierto es que también se ha beneficiado de una escasa actividad en cuanto al primer equipo. Han sido cuatro partidos en esos dos meses y medio, cinco con el de mañana. Pero no lo es menos que el filial se ha reacostumbrado a jugar en Balaídos. Jugó contra el Sestao River en Barreiro una semana después del estreno del nuevo césped, pero desde entonces ha jugado cinco partidos sobre el Lagares sin que el verde se haya resentido.

El primer equipo no entrena en el estadio. Pero es por decisión técnica debido a la comodidad de las instalaciones paralelas que só tiene la ciudad deportiva y no Balaídos, no por el temor a estropear el cuarto césped de la temporada. Porque este problema se solventó, no sin perjuicio económico y sí habiendo tenido que cambiar de proveedor. El césped no es excusa.

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