Vecinos y corporación mantienen que supondría un impacto letal para su municipio
nnn Vecinos de Ponteacaldelas se manifestaron en rechazo a la obra hidráulica prevista para bombear agua desde el Verdugo hasta el embalse vigués de Eiras, declaarda urgente por la Xunta y pactada con el Concello vigués. La movilización, que rechaza el trasvase que planea realizar Augas de Galicia a petición del Ayuntamiento de Vigo para reforzar el subministro del sistema Eiras-Oitavén, estaba promovida por el gobierno local de Ponteacaldelas, formado por el PSOE, BNG e independientes .
El alcalde, el socialista Andrés Díaz, denunció el impacto ecológico que esta obra tendrá en el río Verdugo y en su entorno y criticó que la Xunta no consultase ni informase al Consistorio de Pontecaldelas sobre esta actuación, algo que la Consellería de Medio Ambiente niega, afirmando que fue llamado a varias reuniones, a las que no acudió.
"A día de hoy no sabemos nada, no conocemos los detalles, solo lo que sale en los medios", dijo el regidor Díaz, que considera la actitud de la Xunta como una "falta de respecto institucional". "Hacer una obra en un río sin hablar con el ayuntamiento es gravísimo y propio de otras épocas, quieren pasar por encima nuestra". El propio Andrés Díaz leyó el manifiesto final de la marcha en la playa fluvial del río Verdugo, en donde advirtió, además, del impacto paisajístico y turístico que podrá tener esta actuación en Pontecaldelas.
Según indicó, el Vergudo cuenta en la actualidad con un caudal de unos "800 litros por segundo" y la Xunta pretende "trasvasar 350 litros". "Esto es una barbaridad, supondría un impacto tremendo y lo quieren hacer por las bravas, sin estudios de impacto ambiental antes y sin hablar con el Ayuntamiento". El Ayuntamiento de Pontecaldelas es partidario de la realización de una obra provisional, no permanente, en el río, aunque en otro punto del cauce (salto do Inferno) para colaborar con los municipios que padecen una difícil situación por la sequía. El trasvase será desde Salto Laforet con una instalación permanente de cara al futuro.
"La sequía es para todos", dijo el alcalde, que ha recordado que en la recta final del franquismo, en 1977, se inauguró la presa de Eiras, que secó el río Oitavén. "En Pontecaldelas somos solidarios, llevamos mucho tiempo siendo solidarios, ya nos dejaron sin un río y ahora no vamos a quedar sin otro", añadió.
