Paco Formoso, vigués, hijo y nieto de vigueses, ejerce como enlace entre los turistas y la ciudad. Es el guía turístico profesional con mayor veteranía en Vigo y uno de los que suman mayor experiencia en Galicia. Reivindica la importancia de este figura ya que recuerda “el primer contacto que tiene el visitante con la ciudad es el guía”.
Lleva más de 40 años en la profesión. ¿Cómo se convirtió en guía?
Fue de casualidad. Antes eran habituales los cruceros de escolares. Un día necesitaban a alguien que hablase inglés y me apunté. Me gustó e hice las oposiciones. Fui habilitado por el Ministerio de Turismo para la provincia de Pontevedra. La Xunta nos reconoció, pero ahora podemos actuar en toda Galicia.
Participa en la visitas guiadas al centro de la ciudad organizadas por la Asociación desde el principio. ¿Cómo surgió la idea?
En Santiago era el único lugar en que había el servicio de guías para turistas sueltos. Se animaron en Coruña y comenzó a funcionar, así que pensamos que también podría ser viable en Vigo. Nos reunimos y trazamos un recorrido a pie. Tenemos el apoyo del Concello y parece que está funcionando, aunque lentamente. En verano nos situamos todos los días a las 11 horas en la estatua de “O Nadador” y la gente acude. Hoy (por ayer) hice la ruta con seis personas, cuatro vigueses y dos madrileños. Los que más disfrutaron fueron los de aquí, porque en Vigo no se conoce la historia local.
Asegura que uno de los principales problemas del guía es el intrusismo.
Es un problema para toda la ciudad porque algunos dicen barbaridades a los turistas. Yo llegué a oír como una andaluza explicaba que el castillo de O Castro fue levantado para protegerse contra las invasiones árabes. También actúan por interés, evitan que tomen ostras en A Pedra diciendo que están malas, para llevarlos al restaurante concertado, o les alertan ante el mercadillo. Cuando llegan los trasatlánticos se coloca una mujer vestida al estilo regional y sin acreditación se lleva grupos de visita. Lo denunciamos y nada.
¿Cómo cambió el sector estos años?
La crisis también afecta. Antes había las agencias mayoristas que preparaban los viajes con los hoteles de la ciudad. Organizaban excursiones radiales a Santiago y zonas del alrededor. De aquella se trabajaba en Vigo sobre todo con turistas catalanes, mucho más que con madrileños o valencianos. Los llevábamos de ruta por la ciudad en autobús para visitar A Guía, Castro, el Ensanche, Castrelos, Samil, la lonja para acabar en A Pedra, aunque al principio aquí no se venía por considerarlo muy sucio. Ahora están los minoristas. Contratan excursiones muy baratas. Viajan toda la noche. Duermen en la ciudad y salen a conocer en poco tiempo toda Galicia. Aquí la figura del acompañante ejerce de guía, otro intrusismo.
¿Cuál cree que es la principal carencia de Vigo como destino turístico?
Echo de menos una programación teatral en verano. El turista no tiene dónde ir. Muchos se quejan de la falta de servicios básicos en Cíes como urinarios o fuentes de agua.n
