Tony Lomba, el alter ego de Germán Fandiño, estará provocando hoy en sala Radar (Iglesias Esponda 30, a las 21 horas) sin su camarada Elio y con su probada fórmula de música ligera: canciones de Donny Hathaway, Jimmy Fontana, Dyango, Nino Bravo, Paquita la del Barrio, Ricardo Cocciante y de colofón la canción/himno dedicada al alcalde Abel Caballero. El momento más esperado será cuando cante con todo el público con la mano en alto "España, España, Bandera, Bandera", en plena ola de himnos. El concierto, que iba para íntimo y la venta de billetes lo ha trasladado a una sala de más capacidad, se celebra en un día tan hiriente para la democracia como el 23-F. Quiere responder a la censura "de un lado y de otro" con música y sorna. "Seamos felices y no nos dejemos adocenar", avisa.
¿Su canción dedicada al alcalde, pura ironía o convicción?
Ironía cien por cien y convicción al 50 por ciento. Hacia el alcalde tengo una loa por su talante localista fundamentalista sin eludir su talante de emperador catódico que da mucho cancha, de estar conmigo o contra mí. Tony Lomba siempre tocará y hablará de los poderes, desde Feijóo a Trump, siempre. Si no hay bufones de la corte que aprovechan este Entroido para dar cera dónde vamos a quedar.
¿Avanza la censura sin remedio?
Peor, hay Inquisición. Vivimos momentos que son terribles por eso el día de hoy hago un llamamiento cantando el “España, España, Bandera, Bandera” porque hay dos extremos de un lado y otro y así se generan las dos Españas. A mí que no me coloquen en ninguna de las dos aunque mi cabeza tira hacia la que tira. Pero es cierto que me da miedo esa actitud como que se genera una guillotina de unos a un lado y otros al otro. En mis conciertos siempre eludo las ideologías políticas aunque ironizo porque respeto cualquier ideología y no impongo la mía. Es que si no, no se puede vivir.
¿Aplaude el Himno de España en su versión de Marta Sánchez?
A mí me gusta como canta Marta Sánchez pero no sé cómo puede ser tan pedorra, rancia, cualquier ciudadano de a pie se pone a escribir con una servilleta y lo hace mejor. Eso no es una letra sino coger un libro y frases estándar y cosas así, y además tiene un rasguillo algo derechón, que le ha valido para dar de comer al periodismo nuevo. Un Himno de España serio tienen que hablar de tapas, jamón, paella, de lo que hay que disfrutar y que no me amarguen la sobremesa.
¿Tenemos Tony Lomba para rato o habrá retirada?
Para rato. Me orino en la ley mordaza y eso que me dicen que ande con cuidado con lo que digo. Así me andaría antes de 1975. Pero es cierto que me retrae un poco tanto la extrema derecha como la extrema izquierda y eso intimida un poco, pero no podemos ceder. No puede ser, como sacar de las librerías un libro ya editado.
