Más de 1.200 servicios el año pasado

La Guardia Civil vigila la costa las 24 horas del día

El puerto y la ría de Vigo es una de las zonas con mayor carga de trabajo para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
photo_camera El puerto y la ría de Vigo es una de las zonas con mayor carga de trabajo para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

El año pasado llevó a cabo 1.231 servicios en las costas de la provincia a bordo del "Corvo Mariño" y el "Río Guadalope"

Vigilan el mar y las rías las 24 horas todos los días del año. Un trabajo que abarca desde la seguridad de las embarcaciones y sus tripulaciones, el trabajo de los bateeiros, rescate y salvamento, lucha contra el contrabando y el narcotráfico, servicios humanitarios, seguridad en las pruebas deportivas y en la entrada y salida a puerto de diferentes buques por las características de su carga.  En total, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil  llevó a cabo 1.231 servicios el año pasado y recorrió cerca de 39.000 kilómetros a lo largo de toda la costa de la provincia de Pontevedra, desde la desembocadura del río Miño hasta la ría de Muros, contando para ello con dos buques, el “Corvo Mariño” y el “Río Guadalope”, donde los agentes llevan a cabo “las mismas competencias que en tierra, pero adaptadas al mar ”.
El “Corvo Mariño” se dispone a zarpar del puerto de Vigo, comienza un nuevo turno de 24 horas  cuando una moto de agua rebasa la embarcación a toda velocidad. Inmediatamente ordenan al “motorista” que pare y le informan de que circula a más de las 3 millas por hora que la legislación permite dentro de una dársena. 
Es la primera intervención de la jornada que inicia esta tripulación, entre los que se encuentran uno de los agentes que intervinieron en el trágico incendio del catamarán en O Grove. También navega en este turno uno de los guardias que encontró en el 2006 el primer y único narcosubmarino que los clanes de la droga intentaron utilizar para introducir alijos por las costas gallegas y un integrante del equipo que detectó a un buque "cazatesoros" que pretendía expoliar uno de los pecios hundidos a algunas millas de  la salida de la Ría.
El control de motos de agua y lanchas es una de las intervenciones más frecuentes en los meses de verano, cuando la proliferación de embarcaciones de recreo obliga a redoblar las inspecciones para “comprobar si tienen en regla la documentación, las medidas de seguridad y el número de pasajeros y tripulantes”, explica el brigada que se encuentra al cargo en funciones del Servicio Marítimo. El año pasado, esta unidad realizó 351 denuncias por infracciones de todo tipo de embarcaciones, desde pesqueras o mercantes hasta de recreo. Además, hubo cinco atestados, tres por falsificación de documento, uno tras la entrada y registro en los camarotes y otro como consecuencia de un accidente con cuatro personas heridas. 

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