Antía Cal (La Habana, 1923), fundadora de la escuela Rosalía de Castro en Vigo, es la galardonada con el Premio á Igualdade por el Consello da Muller con motivo de la celebración del 8 de marzo. Su trayectoria profesional y su legado en el mundo de la docencia sirvieron a las integrantes del órgano consultiva para elegirla por unanimidad.
Pedrón de Ouro, Premio Trasalba, Viguesa Distinguida, Chairega de Honra o dando nombre calle en Lavadores. ¿Se acostumbra una a los reconocimientos?
Estoy emocionada y siempre es un gusto que me tengan en cuenta.
Es un homenaje a toda una vida dedicada al trabajo, en su caso, la docencia. Ahora ya retirada, ¿cómo la recuerda?
Fue una vida muy trabajada y en la que conté con mucha ayuda de la familia, sobre todo de mi madre, que siempre estaba dispuesta a echarme una mano.
¿Le costó hacerse un lugar en el mundo laboral?
Me costó. Las circunstancias no eran las idóneas. Me casé con un chico muy guapo y simpático que me llevó de viaje por Europa y en Ginebra conocí a un profesor que me puso a andar. Tenía el título de Geografía e Historia, pero al ser mi marido médico en Vigo, no quería que preparase las oposiciones y me destinasen lejos, por lo que abrí aquí la escuela.
¿Qué supuso Antón Beiras, su marido, en su trayectoria profesional?
Fue un apoyo muy importante, que siempre me empujaba para adelante, me hacía ver que yo era capaz de todo. Me espabilaba porque era muy tímida, Cuando murió lo noté mucho, aún lo echo de menos hoy.
Como docente, ¿ponía más atención en la formación de las niñas?
Eran las que más me preocupaban. Siempre las incentivaba, sobre todo cuando notaba que se hacían las remolonas en el trabajo y desperdiciaban la oportunidad. Cada día les escribía una frase de empuje. Eso provoca que los niños también quisieran comentarios en sus fichas, pero yo les decía “a vosotros no os hace falta, si no espabiláis en los estudios, siempre podéis encontrar algún trabajo, pero ellas tienen más difícil buscarse la vida”.
¿Mejoró la situación de la mujer?
Muchísimo, pero aún tiene mucho que mejorar.n
