El fuego dio cuenta del fantasma, mientras cientos de vigueses aprovecharon las últimas horas del Entroido
nnn Os Merdeiros recorrieron por última vez el barrio histórico azuzando a los viandantes con ajos y berzas. Eran las últimas horas de reinado de Don Carnal, el final se acercaba y la Porta do Sol fue acogiendo cada vez a más público, que aprovechando el cese de la lluvia, disfrutaron de los últimos momentos de Entroido a ritmo de orquesta, concretamente la Olympus, como toda buena verbena que se precie.
Disfraces y comparsas como la tradicional Os tarteiras, se dejaron ver por el Casco Vello, hasta que a una hora de la medianoche, la música cesó. Llegó el juicio del Meco con una doble sentencia: un indulto y la hoguera. Así, el fuego no consumió al indultado Dinoseto ciclista, al que acompañó durante todas las fiestas una misteriosa presencia, cubierta bajo una sábana, que sí fue devorada por las llamas. Tan solo quedaron cenizas, a las que hoy, por la tarde, se les oficiará un sepelio, tras ser paseadas por el centro (Porta do Sol, Príncipe, Velázquez Moreno, Policarpo Sanz y Porta do Sol), a partir de las 18.30 horas, por la comitiva fúnebre.
Con los responsos ya leídos y el Entroido enterrado, en el mismo lugar, se harán públicos los ganadores del concurso de comparsas y carrozas de este año.
Asimismo, en Soutomaior, cien vecinos de Bouzas y Coia, usuarios de los centros sociocomunitarios, gestionados por la Xunta participaron en una comida de Entroido en el castillo.n
