El motorista circuló con la matrícula de la Agencia de la Pesca
Un ciudadano británico se sentó ayer en el banquillo de los acusados para responder por un delito de falsedad en documento oficial por el que finalmente fue condenado tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo con el fiscal asumiendo una condena de 1.080 euros de multa.
En la vista de conformidad celebrada en el Penal 1 de vigo, AC.W.J, admitió que en febrero de 2015 colocó en su ciclomotor una placa de matrícula especial, que sólo puede utilizar el personal de la Agencia Europea de Control de Pesca. Esta matrícula, incluida en la tipología de matrículas especiales diplomáticas, pertenecía a su novia. La mujer había estado trabajando hasta 2012 en este organismo y no había devuelto la placa.
Con dicha matrícula, la motocicleta circuló en aquellas fechas por la calle Bolivia y continuaba puesta en el ciclomotor cuando los agentes de la Policía Local lo retiraron de la vía pública en la calle Salamanca días después.
Por estos hechos, el fiscal solicitaba inicialmente hasta un año de prisión y una multa de hasta 1.440 euros.
El acusado se mostró conforme y aseguró estar dispuesto a pagar la cantidad para poder “continuar con su vida y olvidar este episodio”. Acompañado por una traductora, se mostraba sorprendido por la situación momentos antes de la celebración del acuerdo, ya que la situación administrativa había sido aclarada en su momento.
Los vehículos con matrículas diplomáticas pertenecen desde a cónsules a personal técnico o altos funcionarios e implican determinados privilegios como, por ejemplo, exenciones de impuestos y tasas. Hay cuatro tipos que son las asignadas al Cuerpo Diplomático, a las Organizaciones Internacionales, a las Oficinas consulares y las identificativas del personal técnico-administrativo.