Tras haber alcanzado su máximo histórico en delitos el año pasado, Vigo logró amortiguar durante 2023 la tendencia al alza en su tasa de criminalidad, imparable desde el covid, con una ligera caída en las infracciones penales. El dato, dado a conocer ayer por el Ministerio de Interior, sigue siendo alto, el segundo mayor desde que hay registros, con 12.206 delitos, pero un 2% menos que en 2022, situándose la media diaria en casi 33.
A pesar de que el dato global da un pequeño respiro, la percepción de seguridad da un giro completamente radical atendiendo a la incidencia por tipo de delito, de hecho la mayoría registró subidas. Así, a lo largo del pasado año se detectaron incrementos muy notables en infracciones de especial gravedad, como los robos, las estafas por internet, el tráfico de drogas y principalmente los intentos de homicidio y los delitos sexuales.
La cifra más preocupante tiene que ver con los ataques a la libertad sexual. Vigo volvió a marcar récord de casos desde que hay registros, llegando a los 125, casi una decena al mes con un incremento de un 31,6% que se eleva hasta un 111,8% en los especialmente graves, como las agresiones sexuales con penetración. En total, se pusieron en conocimiento de las fuerzas de Seguridad 36 violaciones, tres al mes, un dato nunca visto hasta ahora.
La segunda mayor subida se refiere a homicidios y asesinatos en grado de tentativa, con un 125%, al pasar de cuatro a nueve, mientras que, por contra, en cuanto a muertes violentas consumadas hubo un descenso de un 66,7% ya que solo hubo una en 2023 frente a las tres de 2022.
En el último trimestre del año, tras el verano, se dejó notar la incidencia en los asaltos a pisos, que habían conseguido bajar hasta ese momento, pero que acabaron el año con un incremento del 8,9% y una cifra total de 331. Si a las viviendas se le suman además los establecimientos, el porcentaje empeoró al crecer un 26,9%, llegando a los 613 robos con fuerza tanto en pisos, como oficinas y locales, acercándose a los dos al día.
Más de lo mismo con el tráfico de drogas. Subió un 15,2% hasta alcanzar los 91 casos en 2023 frente a los 79 del año anterior, mientras que las sustracciones de vehículos aumentaron un 7,7% (se robaron en Vigo en un año 196).
A la vista de la estadística cuesta creer que el dato general sea positivo, pues solamente hubo descensos en los hurtos (-3,3%) los homicidios consumados y el resto de criminalidad convencional (que no está especificada) y que se redujo en un 22,7%.
Lo mismo sucede con la criminalidad no convencional, es decir la que se comete a través de internet. El municipio no pudo mantener los descensos hasta final de año, cerrando el ejercicio con un incremento de estos delitos del 42,8%, con especial incidencia, como venía siendo habitual en las estafas informáticas, que llegaron a las 2.682 y que suponen el 43,7% de todas las infracciones que se cometen en red.
El resto de ciberdelitos también crecieron, en concreto un 38,3% hasta superar el medio millar. En total, fueron 3.184 infracciones penales las cometidas en internet.
Retrasos de hasta 6 meses en diligencias policiales encargadas por los juzgados
El número de delitos al que tiene que enfrentarse la Policía Nacional, con jurisdicción en Vigo y Redondela, sigue siendo muy alta para los efectivos y medios de los que dispone. El déficit de personal no es nuevo. Todos los sindicatos sin excepción llevan años reivindicando la actualización de un catálogo de puestos de trabajo, obsoleto, que requeriría al menos de cien efectivos más.
Esta situación de carga de trabajo ya ha comenzado a afectar directamente a las investigaciones de los juzgados. Según fuentes judiciales, hay diligencias ordenadas en Instrucción con hasta seis meses de retraso. Entre ellas, por ejemplo, el volcado de teléfonos, algo que se autoriza de forma casi automática en asuntos relacionados con la venta de drogas al menudeo y que en Instrucción llegan prácticamente todas las semanas. El retraso obliga a mantener paralizadas algunas causas penales en Instrucción, demorándose su terminación.
Precisamente, la Confederación Española de la Policía solicitó ayer por escrito a la jefatura Superior de Policía de Galicia, la creación de unidades técnicas policiales en las brigadas de las comisarías provinciales a excepción de Pontevedra que iría en Vigo. Esta petición, según fuentes de la CEP, se realiza para poder agilizar el trabajo de los grupos de investigación y se trataría de una sección con personal nuevo, un oficial y dos policiales, con formación técnica. Se encargarían de volcado de teléfonos, dispositivos, ordenadores… Facilitar este trabajo aliviaría la carga de los efectivos de unidades como la Policía Científica, más en un momento en el que agentes de todas los grupos son desviados a las oficinas del DNI.
Un tercio de delitos se cometen por internet
La cibercriminalidad sigue ganando terreno. La estadística pone de manifiesto que un tercio de los delitos que se cometieron en Vigo el año pasado tuvieron lugar de forma virtual. La llamada delincuencia habitual, que sí se había incrementado en los últimos años, se redujo un 11,8%, hasta bajar a las 9.022 infracciones penales. A ellas hay que sumarle las 3.184 de la red para llegar a las más de 12.200 denuncias anuales. En 2017, por ejemplo, la cifra apenas superaba las 9.000, llegando por encima de las 10.000 en el año precovid y escalando puestos hasta el año 2022, el peor hasta la fecha.
