Partidos políticos, sindicatos, trabajadores y colectivos en defensa de la sanidad pública participarán hoy en una protesta para reclamar estas instalaciones
Los líderes de los partidos de la oposición en el Parlamento de Galicia, los secretarios generales de CIG, UGT y CCOO, los colectivos en defensa de la sanidad pública y trabajadores del Complejo Hospitalario de Vigo protestarán esta tarde ante las obras del nuevo hospital de Vigo por la supresión del laboratorio central en este edificio, que según aseguran es “incomprensible” en un centro con todas las urgencias del área, todas las unidades de ciudados intensivos y toda la cirugía. “No se sostiene desde el punto de vista científico y social”.
Los trabajadores dijeron que se habían enterado el pasado día 9 de abril de que el laboratorio central estaría en el Meixoeiro y no en el nuevo hospital porque lo dijo el gerente, Mario González, en una conferencia que pronunció en el Círculo Mercantil, a pesar de que en el proyecto inicial del nuevo hospital debía ocupar unos 1.500 metros cuadrados y no los 385 metros cuadrados que tiene ahora.
Para los sindicatos el fin último es externalizar este servicio (son 200 trabajadores), siguiendo el modelo sanitario de la Comunidad de Madrid, a pesar de las promesas de que “no se privatizaría la bata blanca”. Este asunto se debatió ya en el Parlamento de Galicia y ayer en el pleno del Concello de Vigo, donde PSOE y BNG perdieron la votación por la ausencia del alcalde, que estaba en Madrid, y de la concejala Raquel Díaz, que acaba de dimitir. También solicitaron una entrevista al PP y a la conselleira de Sanidad, pero no les contestan.
Los trabajadores trasladaron ayer a la opinión pública las consecuencias de esta medida, que según aseguraron aumentará la mortalidad de los pacientes críticos, hará que los pacientes estén infradiagnosticados y afectará a la calidad asistencial y afectará a otros especialidades.
Aseguraron que no es un problema económico porque un laboratorio en condiciones puede costar 5 millones de euros y que se podría recortar el número de gestores del Sergas que cuestan 31 millones.
Los trabajadores exigen un laboratorio que incluya el cien por cien de las especialidades médicas, con las áreas de bioquímica-análisis clínicos, inmunología, hematología y microbiología, y recuerdan que son claves la cercanía y kla rapidez. También aportan un escrito de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica que alerta de las graves consecuencias de la medida, que va contra la tendencia del resto de países del entorno.
El Sergas desmiente los argumentos de la plantilla, los considera un despropósito “sin ningún rigor” y garantiza la calidad y la seguridad a los pacientes. n
