economía

El número de trabajadores del mar cae un 30% en diez años en Vigo

Los armadores piden medidas urgentes para atraer a la gente al sector o abanderarán los buques en otros países

Vigo nació del mar pero cada día sus ciudadanos miran menos para él. En diez años la ciudad ha perdido un 30% de los afiliados al Régimen Especial del Mar de la Seguridad Social en Vigo, debido al envejecimiento de las tripulaciones y la falta de relevo generacional, según apuntan desde la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI).
Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en Vigo había en julio de este año 139.532 afiliadas a la caja común, de las cuales 1.946 lo están en el Régimen Especial del Mar. Es el dato más bajo desde 2006, cuando el Ministerio empezó a hacer pública la afiliación por regímenes para las poblaciones de más de 40.000 habitantes.
En julio de 2006 había 3.071 afiliados a este régimen especial en Vigo, que bajó a 2.803 personas en 2008. Desde ese año el goteo fue incesante hasta bajar a las 1.970 en 2016. Un año después se experimentó un leve repunte (1.993 afiliados) pero en 2018 la cifra cayó de nuevo, un 2,36% respecto al año anterior. Todo ello a pesar que a partir de 2014 se inició la recuperación de afiliados en la ciudad.
Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca de Vigo (ARVI), reconoce que "convivimos con estos datos" y que hay una "pérdida constante de trabajadores del mar". Touza señala que "la gente afiliada cada día tiene más edad y al no haber relevo generacional existen dificultades para encontrar personal, tanto en los mandos como en los marineros".
Estas declaraciones las corroboran fuentes del sector que apuntan a que en la última década se ha roto la cadena que tradicionalmente nutría al sector. Los jóvenes entraban en la pesca a través de la bajura y se incorporaban a buques de altura para trabajar en su edad adulta para retirarse finalmente de nuevo en la bajura antes de jubilarse.
Mientras tanto, Touza lamenta que el descenso de afilados "es un proceso lento pero ineroxable, cada día perdemos trabajadores". El presidente de los armadores es claro en su alerta: "O hacemos algo ya o tendremos barcos pero no tendremos gente, sino habrá que exportar buques y cambiar banderas" hacia países en los que haya mano de obra y teme que de no actuar "ya" para revertir la situación se corre el riesgo de que Vigo pierda la flota.
Touza destaca que desde ARVI y Cepesca (la patronal española del sector) se han tomado tres iniciativa para invertir esta tendencia.
En primer lugar se ha creado una mesa de trabajo entre patronal, sindicatos y las administraciones cmompetentes "para modificar la formación y atraer a los jóvenes al oficio del mar". El objetivo es ofrecer formación dual "con teoría y práctica" así como modificar los planes de estudio de los institutos marítimo-pesqueros.
Por otro lado Touza reclama que la profesión alcance un mayor "prestigio social" ya que considera que existe un concepto "devaluado" del oficio. Destaca que los buques actuales tienen "las últimas tecnologías" y que están realizando jornadas de puertas abiertas para mostrar a los jóvenes los últimos avances.
El presidente de los armadores pide en último lugar una modificación en el régimen de la seguridad social en términos fiscales similares "a los de la marina mercante". Estos cambios estarían orientados a los tripulantes de los buques de altura y gran altura, que la mayor parte del año no residen en sus hogares. "Es necesario ver con el Ministerio de Hacienda qué tipo de incentivos para que resulte atractivo", destaca Touza, que cita como ejemplos de cambios "bonificaciones fiscales en el IRPF y las cotizaciones".

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