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Sobre todo, Brais

Unzué da instrucciones en su primer partido en el banquillo celeste.
photo_camera Unzué da instrucciones en su primer partido en el banquillo celeste.

Los partidos de pretemporada pueden ser un tanto anodinos para aquellos jugadores que ya acumulan decenas de ellos en sus piernas a lo largo de sus carreras.

Pero hay futbolistas jóvenes que saben que en estos encuentros puede estar la llave a un salto no previsto de antemano, pero posible. Es el caso de los tres futbolistas del filial con los que está entrenando Juan Carlos Unzué –Diego Alende, Brais Méndez y Diego Pampín– y a los que utilizó ayer.
De los tres, el que más brilló fue el que jugó en su posición habitual, es decir, Brais. El centrocampista ofensivo se animó con su gol a los siete minutos en el duelo ante el Sporting de Gijón y, a partir de ahí, dejó muestras de su calidad con el balón jugando de interior. De hecho, el segundo tanto llega tras un gran pase suyo hacia Guidetti rompiendo líneas. Quiso el balón, trató de ayudar en la creación y dejó detalles de desequilibrio arriba.
Por su parte, el habitual central Diego Alende y el habitual extremo Diego Pampín cumplieron como laterales izquierdos. Los dos demostratron capacidad táctica y esfuerzo, aunque centrándose sobre todo en tareas defensivas y poco o nada en las ofensivas. En su caso, la adaptación es doble y se notó.n

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