El presidente del Mercantil, Nicolás López-Guerra, entregó ayer las llaves a Carlos Mouriño
El Celta ya tiene las llaves de la que será su nueva casa. El presidente del club vigués, Carlos Mouriño, recibió ayer las llaves del edificio de la calle Príncipe de manos de Nicolás López-Guerra, su homólogo en el Círculo Mercantil, hasta ahora el dueño del inmueble por el que la entidad celeste ha pagado cinco millones de euros.
Tener una sede en propiedad era uno de los objetivos fijados desde hace años por la directiva que encabeza Carlos Mouriño. Hoy, es una realidad. La inversión del Celta será considerable, ya que a los cinco millones de la compra hay que añadir los dos que el club tiene previsto gastar en la remodelación del edificio –en la que se respetará la esencia del mismo–. Sin embargo, a la larga supondrá un ahorro, teniendo en cuenta que hasta ahora el club pagaba unos 200.000 euros al año por el alquiler de su sede actual en Praza de España. Además, Mouriño siempre ha querido que el Celta tenga capital propio. Hasta ahora, éste se reducía a sus futbolistas, ya que tanto el estadio de Balaídos como la ciudad deportiva de A Madroa son de titularidad municipal y la sede actual está alquilada.
Con un edificio propio situado en pleno centro de Vigo, el Celta podrá también "desarrollar nuevas vías de negocio", tal y como destacó en el comunicado que hizo público ayer. Porque el emblemático edificio que hasta ahora ocupaba el Círculo Mercantil no albergará sólo las oficinas del club vigués. Será un centro de reunión para el celtismo con cafetería, un restaurante –el Celta ha negociado con cocineros de reconocido prestigio– y tienda oficial. Por otro lado, el Salón Regio –que en principio no se modificará– acogerá actos como las asambleas de socios del club y en el edificio también habrá cabida para la residencia de los jugadores de las categorías inferiores que no sean de Vigo. El objetivo es que haya espacio para unos cuarenta jóvenes futbolistas.
El traspaso del edificio de la calle Príncipe del Círculo Mercantil al Celta se escenificó ayer con la entrega de las llaves por parte de Nicolás López-Guerra a Carlos Mouriño en un día calificado como "histórico" por el propio club, que sin embargo prefirió realizar el acto en la más estricta intimidad, con los medios de la entidad como únicos testigos.
Mouriño estuvo acompañado, entre otros, por el vicepresidente Ricardo Barros; el director general del club vigués, Antonio Chaves; y la directora financiera del Celta, María José Herbón.
El objetivo del club vigués es trasladarse a su nueva sede con la mayor brevedad posible. Mientras tanto, trabaja en los otros dos proyectos ajenos a lo deportivo pero igualmente vitales. Por un lado, la remodelación del estadio de Balaídos, ya en marcha y que estará finalizada en el curso 2017/2018, y por otro la nueva ciudad deportiva, ahora mismo paralizada.n
