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El día de la derrota

Óscar Silva arma el lanzamiento durante el partido del encuentro de ayer ante el Barakaldo.
photo_camera Óscar Silva arma el lanzamiento durante el partido del encuentro de ayer ante el Barakaldo.

El Octavio es sexto tras perder su primer partido del curso en As Travesas ante el Barakaldo 

Cintas en la primera línea, ataque elaborado, con mucha movilidad, opciones claras de lanzamiento. El Octavio de Javier Fernández 'Jabato' tiene claras señales de identidad y elementos atractivos para la vista y el público. No obstante, también dispone de carencias y están en el corazón del balonmano, en los fundamentos más básicos del juego. Las padeció ayer ante el Barakaldo y estos factores desnivelaron un enfrentamiento a favor de un equipo visitante limitado en calidad y centímetros, pero con algunos elementos claros que supo aprovechar para convertirse en el primer equipo que gana este curso en As Travesas.
En cierta ocasión, un entrenador de balonmano definía el juego dos contra dos como "la base del balonmano" para comentar las asociaciones entre pivote y la primera línea. El Octavio todavía está intentando descifrar los movimiento del menudo Arkaitz Moreno a la espalda de Quintas y Corcera mientras era asistido desde el centro del ataque visitante. El pivote terminó con seis tantos y fue una amenaza constante y una fuente casi inagotable de tantos para su equipo. Como muestra, hasta cuatro jugadores distintos pasaron por la posición de avanzado del 5-1 vigués. Comenzó Óscar Silva, siguió Tate, en ocasiones estuvo Borja Méndez y finalizó Diogo. Algo no funcionaba. 
Sobre este eje cimentó su juego un correcto Barakaldo que, además, aprovechó dos pecados más del Octavio. El primero es tan sencillo como regalar lo que el rival no consigue. Exclusiones innecesarias firmadas por Hermida y Diogo, dos pérdidas de balón en momentos clave y sendos rechaces que terminaron en manos visitantes. El segundo aspecto, claramente relacionado con el anterior, es no cometer errores simples o tomar las decisiones correctas. Como la vaselina que se jugó Hermida para situarse a un gol a falta de dos minutos, como los lanzamientos errados desde siete metros con el marcador ajustado. Esto también es cuestión de maduración. 
Estos pecados condenaron al Octavio en un partido de extrema igualdad, con ventajas mínimas hasta el primer arreón vigués antes del descanso. Reacción visitante, nuevo despegue y un 0-5 de parcial que permitió llegar al Barakaldo con ventaja a los últimos cinco minutos. De un 24-22 a un 24-27, tras el tanto de Sarasola en una de las pérdidas viguesas.
Aún así, gracias a una buena dirección de Borja Méndez desde la posición de central y con circulaciones largas en la primera línea, el Octavio generó opciones para igualar el partido en los últimos cinco minutos. Ayudó Lloria en la portería, pero los brazos carecieron de la eficacia de otras ocasiones. Por fallar, hasta erró Cerillo un siete metros. Llegó la primera derrota ante un rival con menos argumentos.

Octavio: 
Lloria, Quintas (1), Diogo Oliveira (6), Óscar Silva (2), Hermida (5), Duarte Batán 'Tate', Cerillo (6, 3p),  -siete inicial-, Borja Méndez (5), Corcera, Figueirido (2).
Barakaldo: 
Urretxa, Momeñe (4), Sarasola (1), Arkaitz Moreno (6), Valderrama (1), Oier García (5), Jon Ortuondo (2) -siete inicial-, Gontzal (p.s.), Arkaitz Piriz, Sergio Fernández (4), Asier (3), Lucas, Borda (1), Bordegaray (1).
Parciales: 
1-0, 4-5, 8-7, 11-10, 12-11, 16-14 (desc.), 17-16, 20-20, 21-22, 24-23, 24-26, 27-28. 
Árbitros: 
Alfredo Arcos y Juan Bautista. Expulsaron a Germán Hermida (min. 59) del Octavio por triple exclusión. Excluyeron a Óscar Silva (min. 55) y Diogo (min. 22) por el Octavio y a Sarasola (min. 59), Borda (min. 11 y min. 37), Bordegaray (min. 32), Oier García (min. 29), Sergio Fernández (min. 28 y min. 58) y Ortuondo (min. 20). 
Incidencias:
Partido disputado en pabellón de As Travesas ante, aproximadamente, 500 espectadores.

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