El filial cae al puesto de promoción tras encajar ante el Logroñés segunda derrota consecutiva, cuarta del curso
El Celta B encajó ayer ante la UD Logroñés, serio aspirante al ascenso, su segunda derrota consecutiva, cuarta de la temporada, en un partido que los riojanos encarrilaron a balón parado al final del primer tiempo y sentenciaron al contragolpe en dos minutos de la segunda mitad. Dos puntuales errores defensivos condenaron a un filial que cae al puesto de promoción para la permanencia.
La goleada sufrida la jornada anterior en Guijuelo tuvo consecuencias en el once inicial de Javi Torres, especialmente en la línea defensiva. El central De Amo y el lateral izquierdo Lucas Olaza dejaron sus puestos a Goldar y a Samuel, respectivamente, mientras que en el doble pivote, Jordan, recuperado de su lesión, acompañó a Borja Fernández y dejó a Pape en el banquillo. Además, el técnico celeste colocó de inicio a Julio Delgado como enganche y a Fragapane en la banda izquierda.
El Logroñés trató de ahogar desde el principio el juego celeste adelantando la defensa y presionando la salida de balón de los vigueses, una táctica de apelotonamiento que impidió el control del balón a los dos equipos y que prometía un partido feo. El Celta B consiguió superar la maraña riojana a los siete minutos con un pase entre líneas de Jordan a Borja Iglesias, que tardó en armar la pierna y su remate se encontró con la pierna de un defensa,
Tampoco los de Logroño sacaban mucho partido de su sistema, aunque en el minuto 14 Chevi recuperó cerca del área y envió un disparo cruzado que salió rozando el poste de la portería de Iván Villar.
En medio de una batalla más física que técnica, ambos equipos lograron acercarse al área con algún peligro. El Logroñés, con jugadas ensayadas a balón parado; el Celta B,con un nuevo último pase de Jordan, esta vez a Fragapane, que remató fuera por muy poco.
Después de varios intentos, los riojanos acabaron sacando partido de su estrategia cuando se llegaba ya al descanso. En el minuto 43, Muneta botó un córner desde la izquierda y Borja remató de cabeza ajustado al segundo palo, haciendo inútil la estirada de Iván Villar.
La segunda parte empezó como la primera, con una lucha sin cuartel en el centro del campo aunque con el filial más necesitado. En el 47, Borja Iglesias estuvo a punto de empatar tras culminar un rápido contraataque con un disparo cruzado que se le marchó fuera por muy poco. Fue una de las pocas oportunidades que iba a tener el cuadro vigués en ese segundo acto.
Pasaba el tiempo y el Celta B no lograba traspasar el entramado defensivo del Logroñés, que además amenazaba con sentenciar al contragolpe. En el 66, Javi Torres sustituyó a Jordan por Rubén Ramiro, pero sólo tres minutos después, los visitantes marcaron el segundo en una contra en la que Carlos Fernández superó a Diego Alende y se plantó solo ante Iván Villar, al que batió con un disparo raso. Casi sin tiempo para reponerse, el filial recibió el tercero en otro contraataque llevado por Iker Alegre, que soltó un disparo desde fuera del área que sorprendió a Villar.
El 0-3 desarmó definitivamente a los vigueses, que pudieron encajar algún gol más en los minutos siguientes, en los que Iker Alegre y Carlos Fernández fallaron sendas claras ocasiones.
Con esta derrota, la cuarta en siete partidos, el Celta B cae al decimosexto puesto de la clasificación, la antesala de la zona de descenso directo, antes de visitar al Cacereño, un rival directo en la lucha por la permanencia.
Celta B:
Iván Villar, Kevin, Goldar (De Amo,min.82), Diego Alende, Samuel, Borja Fernández, Jordan (Rubén Ramiro, min.66), Luis Rioja, Fragapane (Guille, min.74), Julio Delgado y Borja Iglesias.
UD Logroñés:
Miguel, Rico, Adrián León, Borja, Paredes, Jacobo, Chevi, Titi (Santos,min.67), Muneta (Iker Alegre, min.59), Pere Milla (Yoel Valencia, min.75) y Carlos.
Goles:
0-1, min.43: Borja; 0-2, min.69: Carlos; 0-3, min.71: Iker Alegre.
Árbitro:
Villora Linacero (comité madrileño). Amonestó a los locales Samuel y Goldar, y a los visitantes Paredes y Rico.
Incidencias:
Partido de la séptima jornada de liga en el grupo 1 de Segunda División B, disputado en el campo de Barreiro ante unos 800 espectadores.
