El mediocentro se fue con "una sensación agridulce" por el empate
Fran Beltrán fue uno de los nombres propios del primer partido de Celta en la presente campaña liguera. A sus 19 años, el mediocentro madrileño estrenaba la camiseta celeste en un encuentro oficial y debutaba en Primera División, pero sobre el campo se comportó como un veterano al convertirse en el ancla del equipo en el centro del campo y jugar el balón siempre con criterio, en corto y en largo.
Al final del choque, exhausto por el esfuerzo, el exjugador del Rayo Vallecano reconoció que la tarde no fue del todo perfecta porque el Celta no consiguió ganar el RCD Espanyol. "Tengo una sensación agridulce porque teníamos que conseguir los tres puntos y no hemos podido, pero al menos hemos sumado un punto en nuestra casa, donde somos más fuertes. Por otra parte, estoy contento por mi debut en Primera División y sólo queda seguir", explicó Beltrán en declaraciones a Celta Media.
El joven centrocampista considera que el equipo tiene margen de mejora tras una pretemporada con muchos cambios en la plantilla, varias lesiones y sólo cinco partidos de preparación antes de empezar el campeonato. "Estamos a principio de temporada y nos falta coger esa chispa que yo creo que con los partidos la vamos a coger y vamos a dar muchas alegrías", afirmó.
Beltrán actuó unos metros por detrás de Lobotka durante la mayor parte del encuentro, aunque también se sumó al ataque en algunas acciones, sobre todo en el tramo final. Todo lo que hizo le salió bien y al final del choque destacó que se sintió "muy bien, la verdad es que no me esperaba un debut así. Creí que iba a estar más nervioso, que me iba a pesar la pelota, pero al fin y al cabo, en el fútbol cuando pita el árbitro te olvidas de todo. El míster me ha dado unas órdenes y yo he intentado cumplirlas. Ahora vamos a ir al siguiente partido con más ganas", indicó.
Como el resto de los jugadores que participaron en el choque, Beltrán tuvo que soportar las altas temperaturas que se registraron en Vigo. "Creo que el calor ha afectado. Menos mal que en el minuto 30 el árbitro paró el partido para beber agua, porque si no era imposible. Todos teníamos la boca sequísima y las piernas pesan más, pero nos tenemos que acostumbrar porque es lo que hay", dijo. n
