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"Que Aspas me diga a la cara que no me llamó negro de mierda"

Iago Aspas controla el balón durante el entrenamiento de ayer.
photo_camera Iago Aspas controla el balón durante el entrenamiento de ayer.

Lerma insiste en que el céltico, que guardó silencio, profirió un insulto racista pero no hay refrendo videográfico

Iago Aspas guardó ayer silencio. En el ojo del huracán por la denuncia hecha por el jugador del Levante Jefferson Lerma, quien asegura que lo insultó durante el partido del pasado domingo llamándolo 'negro de mierda', el moañés entrenó con normalidad en las instalaciones de A Madroa. A la salida, en la puerta, fue requerido para dar su versión de los hechos por varias televisiones, pero no rehusó hacerlo. Por lo tanto, su postura se mantiene en lo referido en el comunicado dominical del Celta: él no pronunció esas palabras. Por la contra, el jugador presuntamente agraviado sí habló para refrendar su acusación y, en declaraciones a la radio colombiana Blu Radio, retar al céltico a que le diga "en la cara" que no empleó ese insulto racista refiriéndose a él.
El paso de las horas determinó que, hasta el momento, no existe prueba videográfica de lo sucedido, más allá de la queja de Lerma al colegiado del encuentro, Alfonso Álvarez Izquierdo, quien no reflejó en el acta del partido nada sobre la denuncia del levantinista. Ante tal situación, incluso el colombiano asume que "si no encuentran un vídeo, todo va a quedar impune". Con todo, cabría la posibilidad  de una denuncia del Levante o de una actuación de oficio del Comité de Competición, aunque sin vídeo de por medio sólo es previsible si la Liga incluye este incidente en el informe que realiza de cada jornada. Si es así, el comité podría abrir expediente y solicitar información a las partes, árbitro incluido, con el fin de valorar una posible sanción.
Según el reglamento disciplinario de la Federación Española, un acto así podría vulnerar los artículos 71 (promoción, organización, dirección, encubrimiento o defensa de la incitación a la violencia, racismo, xenofobia e intolerancia) o 72 (participación activa o fomento de actos violentos, racistas, xenófobos o intolerantes) y el 100 (conductas contrarias al buen orden deportivo). La sanción, según se recoge en éstos, iría entre 4 y 10 partidos y 602 y 3.006 euros (100) o entre 18.000 y 90.000 euros (71 y 72).
Mientras espera la resolución del caso, Lerma dejó ayer claro que su postura no fue fruto de un calentón del momento, refrendando todo lo dicho el día anterior. "Es un gesto muy feo. Hubo una jugada anterior en que yo lo corto y cuando arranco a correr, le doy en la cabeza. Él va y me reclama, yo le digo que qué pasaba y él ahí es donde me dice 'negro de mierda'. Ahí perdí la cabeza y ya quería buscarlo, joderlo. Los jugadores hacemos campaña sobre esos actos pero somos los primeros en tirar las piedras. Qué le podemos pedir a las otras personas cuando nosotros lo hacemos", dijo.


Respecto al comunicado del Celta y a la defensa de Aspas, el jugador del Levante apuntó que "lo que pasa en el campo, se queda en el campo pero hay cosas que no se pueden pasar por lo alto. Dentro de lo que cabe, hay insultos y hay formas de insultar. No es justo decirle a una persona negro de mierda. Es un acto de racismo. Y si él dice que yo lo insulté primero, que me diga en la cara que no me lo dijo".


Lerma asume que su denuncia, de no mediar una prueba videográfica, es probable que quede en nada pero añade que "está en la conciencia de cualquiera. Solamente que sea un poco precavido en sus palabras. Las cosas de racismo hay que denunciarlas. No voy a jugar con la imagen de una persona diciendo que me ha hecho eso siendo mentira". Además, expuso la diferencia que hay, a su parecer, con una situación similar que vivió con el madridista Dani Carvajal, quien presuntamente le llamó 'puto mono de mierda': "Cuando me preguntaron lo de Carvajal, yo desmentí todo. Yo no lo escuché, así que no tenía el derecho de juzgarle. En este caso lo he escuchado. No me lo contaron, yo lo viví, así que tengo el derecho a decirlo". De hecho, Lerma asegura que nunca le ha pasado algo así en un campo.


El colombiano reconoció que su reacción posterior al presunto insulto fue dura. "Había perdido la cabeza y no me importaba lo que pasara. Voy y le pego en el tobillo. Después de que dijo lo que dijo, solamente pensaba en hacerle daño", afirmó. Y añadió que "no me tengo que arrepentir de nada" y que volvería a actual igual si la situación se repitiese: " Si me lo repite, lo hago".
Por último, mostró su desencanto por la falta de implicación del árbitro, Alfonso Álvarez Izquierdo, con el que habló sobre el tema: "Creo que en el acta ha puesto que no se entera, que es algo que me parece desleal".n

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