BALONCESTO

Alegría en la casa del pobre

Los jugadores del PBB celebran el ascenso a Liga EBA obtenido el pasado sábado.
photo_camera Los jugadores del PBB celebran el ascenso a Liga EBA obtenido el pasado sábado.

El ascenso del Porriño Construcciones Castro a EBA recupera la delegación viguesa para la categoría masculina 

Desde hace dos años, el baloncesto masculino vigués se mantiene vivo a nivel de élite por el Memorial Quino Salvo –el Amfiv, campeón continental y en la élite de baloncesto en silla, juega competición mixta–, pero nada más. Ahora, el ascenso del Porriño Baloncesto Base a la Liga EBA ha devuelto a la categoría masculina, en el área de Vigo, ciertas esperanzas de crecimiento. No muchas, porque los casos de Seis do Nadal (0-26) y VGO Basket (6-20) en la campaña 2016/17 aún duelen, pero sí algunas.
Tres décadas después de que el Galeones Celta desapareciera de Primera B (actual LEB Oro), O Porriño asoma para un proyecto en la cuarta categoría del baloncesto masculino, aunque desde 1994 a 1996 la EBA fue el peldaño previo a la ACB. El pasado sábado el PBB Construcciones Castro logró el ascenso directo a falta de una jornada para acabar la A-1 en Primera Autonómica. Su triunfo ante el Noia (83-42) en el polideportivo de O Porriño lo certificó en una tarde que tuvo respaldo institucional con la presencia de la alcaldesa, Eva García de la Torre, y del teniente de alcalde y edil de Deportes, Manuel Carrera. El quinteto porriñés lideró su grupo en la fase clasificatoria (12-0) y en la liguilla por el título ha logrado el ascenso matemático (11-1). Cifras incontestables. 
Para el baloncesto vigués –O Porriño depende de la delegación viguesa a efectos administrativos–, esta subida del PBB Construcciones Castro ayuda a recuperar una autoestima perdida no solo en la élite sino también en la base. Vigo era el siglo pasado la referencia a nivel de categorías inferiores en los Gallegos masculinos gracias al pulso de Salesianos y Ademar (Maristas). Ni Breogán ni otros clubes hacían sombra. Sin embargo, los buenos tiempos se acabaron. Y no han vuelto. La ciudad carece de un proyecto serio en la élite desde hace muchos años. 
O Porriño regresa a una categoría con extranjeros (muchos), lo que supone siempre un aliciente. La entidad nació en 2001 con filosofía de cantera y en la campaña actual el equipo que entrena Jenaro Alonso  deberá afrontar su salto deportivo. El mismo que vivieron de forma diferente Seis do Nadal y VGO en 2016, que tomaron la decisión de ir cada uno por su lado y cuya experiencia en EBA duró un año. Su legado global, tres flojos extranjeros (VGO) e igualar el récord de peor equipo de la historia de la EBA (Seis do Nadal) que regía desde 1996 con el Villanueva de la Cañada (0 triunfos). Una temporada dura. 
La villa porriñesa, en Segunda División (tercera categoría) en los años 80 con Alberto Alcalde y Suso Silva (era el Frigolouro), dio el salto a EBA en 1996, justo cuando esa categoría pasaba a ser el tercer escalón de las competiciones de la Federación Española de Baloncesto al crearse la LEB.
Esa experiencia, con Manuel Antonio Valverde como presidente del U.B. Porriño, duró cuatro campañas (de la 96/97 a la 99/00), porque a continuación el club se enfrascaba en la aventura de la LEB 2, nacida en 2000 y en la que participó tres campañas (de la 00/01 a la 02/03). Después, la desaparición del baloncesto porriñés de LEB 2 y del vigués de EBA (Zorka Cíes) ese mismo año.
Ahora, en el Val do Louro resurge la ilusión. Importante porque el baloncesto masculino de base de Vigo y de su área de influencia ya no es referencia a nivel de Galicia. Los equipos vigueses no mandan en las categorías de formación (infantil, cadete y júnior), donde el dominio ha cambiado de provincia. Y sin cantera, la fuerza de cualquier modalidad es ínfima. En los próximos meses quedará por determinar si el proyecto porriñés tiene base y nivel para ser competitivo en categoría estatal. El sur de Galicia precisa una referencia.n

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