Opinión

Vaya cantantes

Una vez necesité un albañil para unas reformas en casa y mi suegro, que le conocía de algo, me dijo que era un cantante. No comprendí exactamente el significado de dicha afirmación pero por la sensación que me causó, toda posibilidad contractual nació muerta. El fulano, sin conocerle, dejó de ser digno de mi confianza. Ni mi suegro me dio explicaciones ni yo se las pedí, consciente de que a la sabiduría popular no hay que cuestionarla pues no tiene dicha denominación por casualidad.
Estos días, con ocasión de la incorporación de Toni Cantó al PP y la ridícula agitación política a nivel nacional y regional, mi suegro ha vuelto a sentenciar. “Son unos cantantes”. No hace falta ser grosero ni decir más, quedan perfectamente retratados. Sin necesidad de acudir a sobados calificativos malsonantes como sinvergüenzas, corruptos, tránsfugas, vendidos o incluso exabruptos más rudos cuando se calienta, acude de nuevo a la misma alusión que utilizó para desaconsejarme al obrero en aquella ocasión y consigue que yo le pierda la fe y el respeto a buena parte de la clase política. Vaya cantantes y sobre todo Toni, cantó.

Te puede interesar