Opinión

Esta vez sí, don julio

Ni Fraga ni Touriño ni Núñez Feijóo fueron capaces, o miraron para otro lado, de segar las mañas con las que gestionó Caixa Vigo, Caixanova y después pilotó la fusión con Caixa Galicia. Todos tragaron. Pero esta vez sí, Don Julio, como lo llamaban por las tierras del sur aquellos que cuestionaban su proceder o los que se aprovechaban de las canonjías con las que compraba voluntades y acomodaba los consejos de administración a su manera de la misma que en el boxeo, una de sus grandes pasiones, se amañan los combates.

Lo sabe Manuel Soto, exalcalde de Vigo, al que en el año 87 le dijo que los cinco representantes de la corporación municipal no acudiesen al consejo porque antes tenía que destituir a los salientes y ese mismo día aprovechó para presentar un recurso en el Supremo para seguir conservando el poder de la caja.

Lo sabe Carlos Príncipe, también exalcalde de la ciudad olívica, que no consiguió que en el año 93 doblase la cerviz cuando propuso a Alfonso Paz-Andrade porque los cinco votos de la corporación municipal en el consejo de administración no llegaban para tumbar a quince estómagos agradecidos. Julio Gayoso se las sabía todas para seguir al mando. Hasta a Carlos Núñez, histórico militante del PC, lo puso a hacer los rótulos para llevarlo a su trinchera.

Lo sabía el expresidente de la Xunta, Manuel Fraga, que consintió que hasta en tres veces se cambiasen los estatutos para que Julio Fernández Gayoso siguiese siendo Don Julio. Que el mismo día dimita como director general y sea nombrado presidente no ha pasado en parte alguna. Sabe también cómo se maneja Luis Carrera Pásaro, procedente de Caixa Ourense, y llamado a ser su sustituto en la segunda tanda de la fusión entre las dos cajas. Lo sabe José Luis Pego, que como nunca pensó llegar a la dirección general tampoco quiso ser una persona desobediente. Touriño, Quintana y Feijóo están ahí para explicar por qué no contaron lo que sabían o por qué no tomaron medidas para atajarlo.

Ha sido el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno el que ha logrado lo que no hicieron políticos pusilánimes. Y lo de menos son las indemnizaciones millonarias, sino que ha jugado con el ahorro de todos los gallegos y peligra el futuro de nuestros poder financiero.

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