Opinión

La fuerza de seis millones

No suele ser habitual que durante los discursos de una cumbre entre comunidades autónomas de distinto color político (Galicia, Asturias y Castilla y León) para reclamar al Gobierno central el impulso del Corredor Atlántico Noroeste de ferrocarril llegue la noticia de que el objetivo del nombramiento del comisionado para su cumplimiento se acaba de conseguir. Estaba Iago Domínguez, gerente del Clúster da Función Loxística de Galicia, desgranando en el Palacio de Congresos de Santiago los desafíos cuando el Ministerio de Transportes comunicó mediante una nota de prensa que José Antonio Sebastián Ruiz, gerente de Material de Renfe, asume un cargo que velará por el desarrollo del plan director. 

El Gobierno recordó que el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia destinará más de 2.477 millones y que los Presupuestos de 2023 ya recogen 1.648 millones, “muy similar al Corredor Mediterráneo”.

“Es el primer éxito de esta cumbre”, se apresuró a manifestar en las redes sociales el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Sucede porque se ha pedido con la fuerza de los seis millones de habitantes que suman las tres autonomías del noroeste y un PIB de 144.700 millones, sólo por detrás de Madrid, Cataluña y Andalucía. 

“Hoy estoy en franca minoría, soy la gota roja en el color azul”, ironizó el presidente asturiano, el socialista Adrián Barbón. “Estaré donde tenga que estar para defender lo que creo justo para un objetivo común”. 

La tierra por delante de las siglas políticas es la enseñanza que queda tras la cumbre de Santiago y marca el camino a los dirigentes que vengan. El futuro irá por raíles. Un camión mediano equivale a 5.000 vehículos en el desgaste de una carretera. El noroeste no quiere quedarse en el andén. 

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