Opinión

Lo que importa a los palmeros

Me voy a referir a lo que importa a los palmeros y, por extensión, lo que debiera importar a todo el mundo. Por cierto, a los palmeros de La Palma, claro. No al cuadro flamenco de pelotas que suele acompañar a los políticos en sus comparecencias públicas.

A los palmeros de La Palma les importan las personas, sus economías, sus casas y su futuro. Les preocupa cómo desplazarse a los centros sanitarios y a las escuelas. Les alarma que sus plantaciones plataneras se conviertan en un mar de ceniza y que sus proyectos de vida se hayan truncado sin que reciban mensajes ni soluciones concluyentes. 
Lo que menos le importa a los palmeros es que, ayer, un sobre excitado Ferreras irrumpiera en prime time para ser el primero que narrara como caía la primera gota de lava que se precipitaba al mar mientras, hoy, el megavatio de electricidad alcanza los 208 euros. 

Su isla se ha convertido en un gigantesco parque temático narrado por expertos volcanógrafos, geólogos, oceanógrafos, científicos y sismógrafos que, de pronto, surgen de un montón de centros, públicos por cierto, a ponerse en primera línea de la actualidad, informativos y televisiones como si de sus declaraciones, pudiéramos esperar que el volcán canario dejase de mostrar su furia incontrolable. Poco ha de importarles que los expertos se activen para que “ a toda prisa” estudien cómo era el fondo marino, cuando va a desaparecer por completo sin remedio. Que se pasen la noche midiendo los metros de altura de las explosiones en el cráter, porque nadie es capaz de pronosticar cuando, al fin, se apaciguará. Que la lava sea hawaiana o de la cochinchina, porque ya corre desatada en su irremediable devastación.

Los organismos públicos, el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto Geológico y Minero, el Instituto Volcanológico de Canarias o el CSIC tienen su razón de ser por su labor de vigilar la actividad geológica del país y mejorar los pronósticos de cuándo y dónde pueden tener lugar las erupciones volcánicas. Desde el máximo respeto que tengo a la valía de cualquier profesional, tengo que decir que en este caso, su labor predictiva ha sido inexistente. No quiero decir que hubiera que amortizar a todos estos funcionarios investigadores y a los centros donde trabajan. No es eso. Lo que espero es que dejen de ser utilizarlos como narradores de lo evidente, de lo que ya vemos todos y que se dediquen a lo que tienen que dedicarse, en vez de alimentar el show que montan las cadenas de televisión.

El gobierno acaba de aprobar ayudas por 10 millones de euros para viviendas y ayudas a los afectados por la erupción del Cumbre Vieja. Una broma. La aerolínea fantasma Plus Ultra recibió 53. Una coña marinera. The show must go on.

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