Opinión

Se te entendió perfectamente, canalla

La generación es más ancha y por tanto deberá asumir algo del esfuerzo que hay que hacer para moderar el gasto”. Esto es lo que dijo José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para referirse a que la generación “Baby boom” (nacidos entre finales de 1950 y 1975). Y se le entendió perfectamente. Ha planteado que es posible que la citada generación tenga que ¡elegir! “entre varias opciones: una puede ser un pequeño ajuste en su pensión, que sería muy moderado o, alternativamente, podrían trabajar un poco más”. Por un momento creí estar oyendo al otro Escrivá, el sacerdote del Opus Dei y me dieron ganas de ir a la iglesia más cercana para hacerle una ofrenda por su gesto misericorde con casi 14 millones de españoles. ¡Nos va a dejar elegir! Pero no sobre el colegio donde eduquemos a nuestros hijos, la lengua vehicular, o el home schooling. No, no. Su oferta va mucho más allá. Se trata de jodernos por una parte o por otra, pero solo un poco: “pequeño ajuste”, “trabajar un poco más”, todo como siempre en aras de la sostenibilidad y la equidad. 

Un día después de pronunciar estas beatíficas palabras, llamó además tontos a la totalidad de las televisiones, periódicos, digitales y millones de personas al decir que “se me entendió mal”. En todo caso, será él el corto explicándose mál. Pero tampoco; de imbécil no tiene nada. En las cocinas del Estado se sabe que el modelo de pensiones de España está quebrado. Y el ministro lo ha reconocido en la televisión estatal.

De momento, a los que hemos nacido en esos años nos van a meter un hachazo en las pensiones de muy señor mío. Si le dejan seguir hablando, a lo mejor acababa diciendo que los que nacieron a partir de 1975 van a tener incluso que poner dinero. En resumen, que como gastamos a mansalva, que como la incontinencia de gasto del Gobierno es tal, que no para de multiplicar ministerios, televisiones estatales y demás gasto superfulo, que nada, que toca no cobrar la pensión a una generación que es “muy ancha”. Por cierto “muy ancha” solo para cobrar, porque para pagar impuestos y financiar las actuales pensiones no es ancha. Hay que tener un cuajo… Menudo sinvergüenza. Lo que éste sí que tiene es la cara muy ancha.

El verdadero Pacto Social que esperamos es que el Estado se comprometa a devolver exactamente la cantidad actualizada de todas las cotizaciones que se han ido realizando a lo largo de toda una vida laboral y que además, se afiancen mecanismos de incentivación al ahorro para quienes deseen complementarla, en lugar de eliminarlos.

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