La Organización Mundial de la Salud ha vuelto a dar un toque de atención sobre la necesidad de mantener los calendarios de vacunación de los niños. El rebrote de las epidemias de sarampión y el hecho de que cuatro países occidentales con una sanidad acreditada, Gran Bretaña, Grecia, la República Checa y Albania hayan dejado de ser países libres de esa enfermedad “es por culpa de los padres”, de esos posmodernos malinformados y más papistas que el papa que creen que la vacunas causan más problemas de los que solucionan, lo que va contra la experiencia empírica, el sentido común e incluso contra el amor paternofilial. El sarampión causa al año 110.000 muertes la mayor parte de ellos entre niños menores de cinco años en países donde el acceso a la vacunación universal es un derecho por alcanzar. Es responsabilidad de las Administraciones Públicas garantizar que todos los niños que acudan a las guarderías o colegios tengan la cartilla de vacunación al día.
