Opinión

Museos

Antes de Londres o Nueva york, para muchas generaciones de españoles París fuer la meca de la cultura y de la libertad. El museo del Louvre, el Jeu de Paume, para ver a los impresionistas, las exposiciones del Grand Palais, el barrio Latino, el mar debajo de los adoquines, el mayo del 68, el café de la Paix, o Les deux Magots, Le Monde o Liberation, películas prohibidas en inglés subtituladas en francés... Ahora los franceses nos devuelven las visitas porque Madrid se ha convertido en la capital europea de la cultura según los mandatarios autonómicos y locales. Los franceses hacen inmensas colas en el museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía y también se pasan por el Lázaro Galdiano, el Cerralbo, visitan el Palacio Real, van a ver alguna obra de teatro en castellano y van a la sesión de noche de algún cine. Y si les queda algo de tiempo se toman una caña antes de irse a dormir, porque al día siguiente les espera una nueva jornada cultural. Qué majos y cultos estos franceses, dice el alcalde Madrid. Si hay muchos en las terrazas es que se han parado a descansar y se han sentado en una terraza a comentar lo espléndida que es la cultura española. 

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