El pueblo soberano siempre tiene razón y si prefiere una paletilla de ibérico y otras chacinas de la misma procedencia para cada unidad familiar a que su localidad se iluminara con luces navideñas es que se trata de una decisión bien adoptada. La alcaldesa socialista de Perauta, Katrin Ortega, le dio vueltas al magín y consideró que era la mejor forma de animar a sus vecinos después del año de la pandemia que tanta desolación familiar social y económica ha causado. A la oposición no le ha gustado la iniciativa, porque ya puestos mejor haberlo utilizado el dinero en mejorar infraestructuras, pero otros pueblos de la serranía de Ronda donde se encuentra Perauta (250 habitantes), a media hora de camino de Marbella también han repartido su cesta de Navidad a sus pobladores. Estas propuestas pueden hacerse en pueblos pequeños, pero en un referéndum seguro que a la hora de elegir los votantes se decantarían por los ibéricos por delante de las luces, que muchos consideran un derroche.
