Opinión

Gente encantadora

Hace mucho tiempo, un día cualquiera en cualquier ciudad española un señor se bajó de su coche, un Dyane 6, de los que se fabricaban en Vigo y abroncó a unos jóvenes que pasaban por un paso de cebra y que le recriminaron que no tuviera intención de parar. Al recordar aquella imagen me ha venido a la cabeza la posibilidad de demandar a Citroen porque la publicidad de aquel vehículo afirmaba que se trataba de un coche “para gente encantadora”. Todos aquellos que recuerden algún incidente con un conductor borde de un Dyane 6 podrían presentar una demanda colectiva por publicidad engañosa. Red Bull ha sido objeto de una demanda similar en Canadá por la campaña publicitaria que afirmaba que su bebida energética “da alas” porque hubo quien se creyó qué, en efecto, la tomabas y te salían unas protuberancias con plumas en la espalda. Increíble pero cierto, porque la compañía ha decidido pagar a los crédulos 13 millones de dólares para poner fin al litigio.

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