Además de los compromisos que ha firmado con los partidos que le han apoyado en la investidura de Pedro Sánchez, al Gobierno que todavía no se ha formado ya han comenzado a ponerle deberes desde otros sectores más o menos afines como los sindicatos, que lo mismo se congratulan con la subida del salario mínimo interprofesional que montan una huelga general a la mínima, porque casi ningún gobierno se ha salvado de ellas. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha pedido al Ejecutivo que acabe con una infamia digna de figurar en la historia universal de la misma, el despido procedente por faltar al trabajo ocho días en dos meses por enfermedad con baja médica. No se sabe cuántas empresas han utilizado ese mecanismo, pero fue darlo por bueno el Tribunal Constitucional y hubo empresarios que se subieron al carro al instante. “Un abuso inhumano”, lo ha calificado Álvarez, con el que es preciso acabar cuanto antes. Por humanidad.
