Bernie Madoff fue un financiero que armó la estafa piramidal más grande de la que se tiene noticia. Cuando se descubrió el pastel como consecuencia de la crisis económica de 2008 fue condenado, al año siguiente, a 150 años de cárcel y ha muerto en prisión. El respetable economista, que era tan bueno que hasta burlaba con facilidad los mecanismos reguladores del mercado financiero, dejó por el camino y con un roto en los bolsillos a miles de damnificados entre los que se encontraban relevantes personalidades de todas las actividades junto a otros pequeños ahorradores. La muerte de Bernie Madoff en la cárcel deja varias enseñanzas sobre la justicia estadounidense: la primera, es que es rápida a pesar de la complejidad del asunto; y la segunda, que el culpable acaba sus días en prisión en pago por sus fechorías. Dados los innumerables casos de corrupción que se han sucedido en nuestro país en los que han intervenido conocidos empresarios, políticos y banqueros, podría decirse aquello de las barbas del vecino.
