Opinión

Alcohol

El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi ha hecho gala de la amistad que mantiene con el presidente ruso, Vladimir Putin y que intercambiaron vodka y lambrusco por su último cumpleaños. A la vista está que sale ganando el ruso por la calidad del alcohol que se regalan. Pero las declaraciones de Berlusconi demuestran que Il Cavaliere está fuera o alejado de la realidad política no solo por el contexto internacional sino por lo que ocurre en su propio país y que con esas declaraciones pone en riesgo la formación del primer gobierno italiano que presidirá la ultraderechista Giorgia Meloni que parece que se ha tomado un tranquilizante moderador y busca no asustar a la comunidad europea y ha hecho profesión de fe europeísta y atlantista. Pero se enfrenta a Berlusconi para quien la política es un juego, y considera que sus confidencias no tienen consecuencias y que todo es broma, cuando su amigo Putin se ha convertido en un criminal de guerra y a quien poca gente elegiría ya para irse de copas.     

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