Opinión

Lo recomendable

Pues, dilecta leyente, en caso de duda, lo recomendable sería votar por el cambio, pues la perpetuidad en los cargos se ve que contribuye a crear clientelismo y engendra corrupción. Tampoco estaría mal estudiar los programas de cada partido y tener la suficiente memoria para ver quién cumple y quién no, y luego la lucidez para no equivocarse al depositar la papeleta. Y, desde luego, a los responsables del tsunami económico no sólo castigarlos con la indiferencia, sino con la consecuencia, como se hizo en Islandia.
Mire, dilecta, dentro de los delitos socio-económicos de nuestro Código Penal, se recoge la figura de la “Administración Desleal” cuando el administrador lleva a la empresa a la ruina por su irresponsable gestión, aunque no se beneficie personalmente. Sólo habría que extender la responsabilidad a los políticos, como gestores públicos. El PP parece que está por la labor, asumiendo el riesgo del efecto bumerán.

Hasta ahora, toda la indigestión política se cubría bajo el manto de que la acción política no entraba en la fiscalidad judicial, pues su premio o castigo se otorgaba en las urnas. Ahora habrá que demostrarle a ese gobernante manirroto, aventurero y tahúr con el dinero público, que éste no es que no sea de nadie, sino que es de todos nosotros, y por ello responderá criminalmente en caso de llevarnos a la indigencia económica y moral.

Por otra parte, tenemos unos sindicatos mayormente asilvestrados políticamente que, irónicamente, copian la idea franquista de defender el puesto de trabajo, aún por encima del trabajador, hasta que la empresa cierra y, entonces, se pierde todo, el lugar de trabajo y los derechos legítimos de los trabajadores.

Unos y otros no se quieren dar por enterados de que estamos en una situación económica de pura supervivencia, en la que todos tenemos que pringar. Desde luego, las medidas de ese inconsciente discípulo de keynes nos lleva a que la continuidad del galopante gasto público pronto nos arrastre a la crisis, lo que unido a nuestra dependencia energética y turística, la irrupción de la pandemia del covid y su mala gestión, llevará al cierre de las empresas, el desempleo, la subida de impuestos, bajada de sueldos y pensiones, etc… Lo que solo se conseguirá paliar, ayudando a los creadores de empleo, incentivando la contratación y las medidas fiscales para que puedan poner en pié nuevas empresas; acabando con la inmigración ilegal que espanta el turismo, reivindicando nuestra patriótica Fiesta Nacional y nuestra devotísima Semana Santa, y dejarse de tanta empanada mental que nos tiene obnubilados, construyendo centrales nucleares, como en los países más desarrollados. Pero, sobre todo, contratando a un flautista de Hamelín que se lleve al Coletas y toda su caterva a la tierra de “Nunca Jamás”.  Y volvamos a ser un país unido, de hombres libres, iguales en derechos y obligaciones, orgulloso de sus costumbres, tradiciones y su historia, que respeta el sistema de la monarquía parlamentaria.

Pero, visto lo visto, ¡Socorro!

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