Opinión

"Sin ti no hay presente. Contigo hay futuro"

El próximo domingo día 10 de noviembre la Iglesia diocesana de Tui-Vigo, como todas la demás diócesis de España, celebramos “nuestro día”: una jornada que dedicamos a la reflexión sobre la implicación de todos en colaborar al servicio que presta la Iglesia a la sociedad en tantos ámbitos y, en consecuencia, un día en que se informa con transparencia, a cuantos habitualmente colaboran con su sostenimiento, sobre el destino de sus contribuciones económicas, pidiendo de nuevo a los ciudadanos, especialmente a sus fieles, que sigan contribuyendo con sus aportaciones.
En este día se nos llama también, especialmente a los fieles, a implicarnos con nuestro compromiso pastoral y económico en la realidad diocesana. Porque, como muy bien recalca el lema de la jornada, “Sin ti no hay presente. Contigo hay futuro.”
Todos los diocesanos deseamos una presencia más activa de la Iglesia entre aquellas personas y en aquellos lugares en los que se decide el presente y el futuro de la sociedad. Necesitamos estar más presentes entre los jóvenes. Tenemos que estar al lado de los pobres y los enfermos. Hay que acompañar a las familias que van bien y a las que se han roto. Tenemos que abrir nuestros brazos y nuestras oportunidades a los inmigrantes. Tenemos que visitar a los que están en la cárcel y apoyar a los que necesitan reconstruir su vida y a tantas personas que piden nuestra ayuda. 
 Sin vuestra colaboración pastoral y económica la Iglesia diocesana no podría llegar a todas las realidades que la esperan. Por eso os pido a todos los diocesanos y a todas las personas que vivís con nosotros la ayuda que alimenta el compromiso de la Iglesia diocesana y da cauce a vuestra conocida generosidad.
El día de la Iglesia Diocesana ha marcado desde sus inicios una hermosa agenda de transparencia eclesial y de corresponsabilidad entre las diócesis de España.  Las diócesis con más medios están ayudando a otras que no podrían salir adelante únicamente con los suyos. Este ejemplo real de compartir los bienes ha hecho mucho bien a las diócesis de España porque, aunque esta tradición nunca estuvo ausente de su historia, en estos últimos años las diócesis hemos aprendido a caminar juntas en un ejercicio de transparencia ante la sociedad que nos ha permitido vivir serenamente nuestra libertad.
Este ejercicio de transparencia y corresponsabilidad entre las diócesis de España y ante nuestra sociedad no hubiera sido posible sin la previa experiencia de unas Iglesias diocesanas abiertas a la comunión fraterna y sostenidas en la experiencia real de la corresponsabilidad. En este sentido el camino recorrido por todas nuestras Iglesias diocesanas desde el Concilio Vaticano II es un maravilloso regalo de Dios.
Pero no todo está hecho, ni mucho menos. El camino de la transparencia y de la corresponsabilidad emprendido tiene que llegar a nuestro corazón para que se convierta en un hábito necesario para la evangelización. Nuestra Iglesia, nuestras diócesis, nuestras parroquias tienen que llegar a vivir la transparencia y la corresponsabilidad como una virtud humana y religiosa.
Y dado que las virtudes se apoyan en hábitos que nacen de actos repetidos, necesitamos hacer actos de transparencia, como éste del Día de la Iglesia Diocesana.  Para ello, nuestra Diócesis les ha hecho llegar a todos los Párrocos, para que les informen a todos ustedes, el resumen del ejercicio económico de nuestra Diócesis del año 2018, tanto en el apartado de ingresos (9.830.752,63 Euros), como en el apartado de gastos (10.048701,04 Euros).
Agradezco a todos los Párrocos la nada fácil misión de invitar a todos los diocesanos y a todos los hombres de buena voluntad a abrirse a la necesidad que tiene nuestra Diócesis de su colaboración económica y pastoral, así como de agradecerles su acreditada generosidad.
Confiamos en poder abrir con su colaboración nuevos campos de compromiso pastoral y sostener los actuales, bajo la guía y con la fuerza de nuestro Señor Jesucristo.
* Obispo de Tui-Vigo.

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