Fue impresionante mi entrada en nuestra tertulia. (O sea; en el café en el que nos reunimos 'ad libitum', aclaro, para solucionar nuestros problemas espirituales, culturales y hasta artísticos -toma-, pues todo no va a ser bebeteo y críticas sobre lo que nos guste en ese momento.)
Y no es para menos: hago mi entrada con un libro bajo el brazo y una bolsa fuerte de plástico en la que va el volumen que traigo para prestar ?con cierto miedo-, a cinco de los tertulianos que se han querido meter ahora en la cultura -y yo diría más, afirmando- en la arqueología, en la historia viguesa y, en definitiva, en el saber más sobre la ciudad de Vigo y sobre algún personaje más que otro mereciente de afecto, sabiduría y respeto.
El libro pesa unos quilos y todos desean verlo enseguida. Su nombre es 'VIGO, LA CIUDAD QUE SE PERDIÓ', con dos subtítulos inquietantes: 'Arquitectura desaparecida' y 'Arquitectura no realizada'.
Todos quieren ver por fuera y por dentro el volumen y enseguida dirigen la vista hasta el nombre del autor: Don Jaime Garrido Rodríguez.
-Hombre, -dicen todos, más o menos-; pero a este arquitecto lo concozco yo... Es un sabio y...
Tengo que callarlos y explicar: a ver. Y expongo:
-Es uno de los ciudadanos vigueses que más ha estudiado la arqueología viguesa. Y a vosotros ?a alguno- os sonará lo de la torrre medieval de la Pulguiña...
-Hombre, ahí arriba en el Castro. Salió en la prensa y...
-Y se acabó. Don Jaime demostró un poco más tarde que la torre medieval de la Pulguiña no la conocimos. La confundieron otros invesigadores con un rascacielitos que habia en el Castro.
-A ver, dejadme a mí-, ?exigían casi todos.
-Calma- rogué. No vayáis a 'escarafuciar' el libro. Es muy valioso y de él van por cinco ediciones. Vosotros cuidadlo y ya me entregaréis una copia de lo que escribáis sobre este tesoro. Yo os traeré el próximo martes el historial de este sabio Don Jaime Garrido Rodríguez que tanto honra a la ciudad en que se dedicó al trabajo-científico-histórico en nuestra ciudad.
