A veces, algún amigo joven me ha preguntado el porqué de ese amor, de ida y vuelta, que se tienen los gallegos y los argentinos.
Y me basta con hablarles un poco de la emigración: todos tenemos un familiar que anduvo por las américas y explicarles la razón de que casi siempre en cuanto oímos un tango nos llenamos de nostalgia.
Hay una frase muy bonita y amorosa de Karina Inés More, bailarina y profesora de baile que aclara que el tango es una manera de vivir, sentir y concebir apasionadamente la existencia. Y que el mundo es una danza de parejas abrazadas. Ha creado una academia de baile en Vigo, Peña Gallega Argentina, hecho muy normal pues siempre hemos tenido alguna de gran nivel. Y aprendemos de los mejores profesionales: recuerden a Nélida y Jorge.
Si ojeamos la historia dolorosa y épica de la emigración recordaremos momentos de gran dolor y melancolía que Vigo ha sabido consolar con gestos bellos rememorativos.
Ahí, en Teis, lucimos la efigie pétrea de Gardel en nuestra ciudad, promovida por los vigueses nostálgicos por cuanto Carlos representó el dolor y el triunfo o la lucha- por lograr el oro-trofeo en sus canciones.
Esta idea partió del periodista radiofónico don Antonio Mínguez, hermano ideal de la permanencia del cantor, siempre acercando los avatares de argentinismo (¿hispánico?) a la madre patria.
Por eso recibió la Orden de Mayo al Mérito en el grado de Oficial otorgada por el Gobierno Argentino. Fueron treinta y cinco años esparciendo y recogiendo amores hispano-argentinos.
Son hechos, como estos, que mantienen vivo el alma valor interno impagable- y el cuerpo de una tradición, los que pesan para hacerse fraternidad constante, unión de la Argentina y de Galicia.
Alguien comentará si se celebrará, como siempre, la fiesta, joven sí, pero con gran valor de hermano que ha patrocinado siempre el Concejo.
Seguro que el Ayuntamiento seguirá fiel a la tradición hispano-argentina o argentina-hispana. No solo de pan vive el hombre sino también de recuerdos de hechos ejemplares.
