El otro día en la tertulia lo pasamos muy bien. Habíamos quedado anteriormente que era preciso traer materia luminosa para las mentes de todos nosotros y ponernos al día y a la noche de los perros y los gatos.
Don Venerando abrió explicando que:
-Los perros son por natura animalitos decentes, limpios, compañeros y solucionadores en problemas de sus amos, ademá de...
Don Verecundo 'cortó el rollo' dirigiéndose a la totalidad pero señalando con gestos a don Vene:
-Los perros suelen ser, con esa sabiduría que se les achaca, unos abusadores de las caricias materiales que les ofrecen sus dueños... Dependen de ellos y hacen grandes barbaridades como sus mismos amos en cuestiones de limpieza ciudadana. ¿Han visto alguna plaza, algún lugar donde no luzcan las defecaciones de los perros? Los amos se...
-No o sí. Los amos suelen recoger del suelo, del jardín, de donde tengan más cercanas las hermosas magras fecales de los perritos o de los perrazos, digo, y con un pañuelito higiénico, guardárselo en una papelera depósito, omnirrecogedor de minucias, llevándoselos a su propia casa. (De estos casos, todos).
-No todos, no todos... No exagere...
-De acuerdo... Pero yo que paseo por una hermosa plaza donde juegan niños, suspiran y tiran tabaco algunos padres y madres y orinan, con mayúsculas, perros simpáticos, los pequeños, sobre todo, levantando sus patejas y apoyándolas en un tronco de arbolito muy blanco, o en la columna de un farol, ay, me pregunto si esas obras manores y sobre todo las depositaciones mayores no se pudren ante las olfateadoras narices de los adúlteros, contaminando los limpios aires de Vigo. (Sin contar, claro, los gases venenosos (¿) de los automovilistas).
Y preguntó don Juvencio:
-¿Y para que titulan esto con las botas de un gato que las perdió?
-Pues porque hay zonas bellas del Vigo antiguos, al que deberemos poner gran cuidado -cosa que hacen muy bien bastantes vecinos- y no necesitan calzado especial. Y algún día habrá que dedicarles unas gratitudes por su limpieza. ¡Y gatos hay!
Poseen los vigueses por las viejas calles de su city y verán vecinos pulcrísimos en sus quehaceres callejeros y se pasmarán al ver gatos que no se asustan y pasean tomando el sol sin hacer sus pises en los limpios parajes.
Los gatos no necesitan botas. Algunos perros nuestros, sí.
Y por cierto que don Artífice se queja porque todos los canes que encuentra van sin arreos: especialmente el bozal. 'No muerden', dicen algunos propietarios de perros que a veces nuestro valor desequilibran.
