Don Verísimo llega con cara de criminal a la tertulia.
-Qué bárbaro! ¿Cómo dice usted eso... y, además, en que se nota eso de tener cara de criminal? Yo le veo la misma cara de siempre... Lo encuentro normal...
-Hombre, es un tópico. ¡Pero no me negará usted que trae cierta semblanza de enfado! ¿O no? ¿Le preguntamos a él? ¿Si? Don Verísimo... ¿Qué tal vamos? Parece que trae usted cara de enfado, de enojo... don Verísimo.
-Pues sí, don Artemio...Pero al revés... Estoy contento... O sea: que estoy cabreado que era una verba, -fino, ¿no?-, que en tiempos de mi padre no se decía nunca. Digo en mi casa y en la de compañeros educaditos, como yo... Estoy enojadísimo pero muy contento. Ya era hora... A lo mejor no nos conceden por nuestra solvencia y labor lo de la Red Transeuropea de Transportes. Y me asusta la hora...
-¿Hora de qué?
-De que nos den otro disgusto bien dado. Escuchen: Hoy mismo la Comisión de Transporte del Parlamento Europeo volverá a reírse de nosotros. Ya sabrán que teníamos seguro lo del puerto nodal. O sea; el más importante de toda Europa portuaria, barquera, trasatlantiquera... Sería el puerto principal y se situaría en Vigo...
-¡Si estaba seguro!
-Pues no... El disgusto nos lo dan...Ya saben que todo lo que puede ser ideal para nuestra ciudad, hay quien lo embarulla y allá donde discuten y votan quienes deben hacerlo con juicio claro, se juntan y le dan el puerto principal a...
Pero eso era seguro y a lo peor no nos lo dan... Por eso estoy contento... Siempre que tenemos algo útil, necesario, ideal y propio para Vigo aparece alguien y ¡ja, ja, ja! ¡Felicidad! Nos lo retiran... Y hay que estar alegre. Hay que alegrarse, así no estaremos con el ama en vilo... ya podemos estar felices y gozar... con tranquilidad... No hay nada como el dolce farniente...
-Y usted baila a favor de quienes nos hagan la faena...
-Hombre... ¡Si fuese la primera vez! ¿Cuanto bueno nos prometieron y luego el viento se lo llevó? Seamos alegres, pues, amigos... y estar contentos. Vita brevis est.