La terminal marítima de Oporto se encuentra cerca de la desembocadura del Duero, en Matosinhos, aunque a apenas unos metros del límite municipal con la segunda ciudad lusa, conformando un conglomerado metropolitano de un millón de habitantes. También el aeropuerto se encuentra en el mismo ayuntamiento. En Oporto no hay ni siquiera las bodegas del vino que lleva su nombre, pero la marca es poderosa y de gran tirón. En lo turístico, por ejemplo, el Río y la ciudad decadente conforman una oferta espectacular y difícil de batir. Añadamos a todo ello su equipo de fútbol, dos veces campeón de Europa.
Vigo tiene el puerto y el aeropuerto en su término municipal, donde también se encuentran las Cíes y buena parte de la Ría y un equipo en la Liga española, la primera o segunda mejor del mundo. No es poco, pero... Pero mientras Oporto juega en solitario en la Región norte lusa, concentrando en su entorno el poder municipal, el único aeropuerto y la gestión de todos los puertos entre el Miño y Lisboa, la mayor ciudad gallega tiene competencia dentro y fuera. La tiene con el resto de puertos de las Rías Baixas y Altas, otros cuatro, cada uno a lo suyo. y con los otros dos aeropuertos, también cada uno a su propio interés, siendo materialmente imposible coordinar esfuerzos. Y además, a 150 kilómetros se encuentra Oporto, cuya sombra no deja de crecer. La oferta turística y comercial supera de lejos a la viguesa. En asuntos aeroportuarios no hay pelea y en cuanto al puerto hay posibilidades de que a corto o medio plazo se repita lo ocurrido con la navegación aérea. Esto es lo que hay, señores.
