Opinión

Coches y canes

Vigo suma algo menos de 300.000 habitantes en su padrón (oficialmente), con tendencia a estabilizar o bajar las cifras, mientras no dejan de crecer otros censos, los de vehículos y perros. Circulan ya más de 200.000 unidades entre coches y motos, aunque paradójicamente cada vez hay menos calles al limitarse el tráfico o directamente prohibirse. Pongamos el eje Policarpo Sanz-Paseo de Alfonso, hasta hace no tanto el más transitado, que se ha convertido en una zona peatonal de hecho, a la espera de si el túnel que se quedó a medias se prolonga hasta Torrecedeira. Con el Barrio do Cura como víctima colateral, que es otro asunto. En cuanto a los canes, el último registro anota casi 50.000 en Vigo y no parece que se vaya a detener. Las calles no dan para más y decrecen en vecinos mientras ganan población canina y vehículos motorizados. Así de raras están las cosas.

Vigo necesita residentes, retener los que ya tiene e incrementarlos de forma natural. El objetivo de 300.000 es algo más que una frontera, aunque esta ciudad nunca dará un salto adelante si no logra una masa urbana de medio millón de habitantes. Eso se puede conseguir manteniendo la población y atrayendo otra, o con un área metropolitana que funcione de verdad, cohesionado y con servicios comunes. Algún día se hará, porque Vigo será metropolitano o no será nada. También necesita árboles. La Xunta se compromete a mantenerlos al ampliar Navia. Una ciudad con coches y perros y sin árboles no es una ciudad.

Te puede interesar