Opinión

Cara y cruz con Stellantis

La primera empresa viguesa, segunda de Galicia, recibió este pasado viernes dos noticias de dos administraciones públicas. Cara y cruz.

La cara. La Autoridad Portuaria aprobó en su consejo de administración la concesión de 245.000 metros en la terminal marítima de Bouzas para que Stellantis pueda gestionar el espacio durante diez años y cinco más de ampliación de forma exclusiva para los coches producidos en sus fábricas de la península, las de Vigo, Zaragoza, Madrid y Portugal. Además, dispondrá también del nuevo silo una vez lo construya el Puerto tras invertir unos 35 millones de euros, lo que permitirá ampliar la capacidad de almacenamiento y acabar con sus problemas logísticos. ¿Qué significa esta decisión? Básicamente, que Stellantis se ancla durante otros diez o quince años a esta ciudad, una buena noticia por cuanto permite que la firma pueda desarrollar proyectos a medio y largo plazo. 

La cruz. Otro paquete de ayudas del Perte de la automoción y de nuevo Stellantis Vigo se queda fuera de los planes del Gobierno. ¿Significa que va a quedarse sin la aportación europea qeu gestiona el Estado? No, y la propia compañía así lo señalaba ayer, pero es cierto que aumenta la incertidumbre sobre los plazos y cantidades y el tiempo sigue pasando. Ya son varios años. Más cuando la Muy Alta Tensión, mil veces negada, otras tantas comprometida, continúa sin confirmarse, cuando se trata de una necesidad apremiante para que Stellantis pueda competir en las mismas condiciones que otras plantas. Son ya seis años con Mr PS al frente del Ejecutivo y ningún avance, más allá de las declaraciones, a menudo replicadas. Con el actual Gobierno que aunque apenas lleva unos meses parece en funciones, como ha quedado claro tras su incapacidad para presentar un Presupuesto del Estado, su única obligación política, cabe esperar cualquier cosa. Y ninguna buena: Mr PS lo fía a todo a seguir en el cargo como sea. 

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