Recientemente, el comisario general de Información (CGI) de la Policía Nacional, Eugenio Pereiro, ha dicho: “En España la amenaza del terrorismo yihadista es clara, real y grave y desgraciadamente se materializará nuevamente, es cuestión de tiempo y nos volverá a golpear”. Según parece hay grupos terroristas que operan en el Sahel y que tienen entre sus planes el envío de “combatientes” a Europa, infiltrados como inmigrantes camuflados que llegan en patera a las costas españolas o saltan las vallas de Ceuta y Melilla. La vía de la inmigración ilegal ya ha sido utilizada por el Estado Islámico a través de Grecia. Y Francia, que opera principalmente en Mali contra el terrorismo, cuenta con información al respecto y transmite alertas a los aliados para evitar la infiltración yihadista en Occidente. Los agentes encargados de combatir la inmigración ilegal han observado que entre las personas provenientes del Sahel hay individuos que han tenido entrenamiento guerrillero y que demuestran un aprendizaje que sólo puede tener la finalidad de cometer actos de carácter terrorista.
El cabecilla de uno de los últimos saltos al vallado de Ceuta, en los que se registraron actos de gran violencia contra los agentes de la Guardia Civil, era un experto en guerrilla que venía desde Togo. No se le pudieron probar conexiones con el yihadismo, pero su sola presencia como cabecilla del salto fue considerado como un hecho. Fue detenido junto con los que protagonizaron los actos más violentos contra los agentes de la Benemérita y puesto en libertad bajo fianza.
Los citados expertos subrayan que en el viaje a través de África se producen bajas porque sólo lo superan los más fuertes y preparados físicamente, precisamente por haber tenido el entrenamiento adecuado y de los que en el pasado protagonizaron atentados o intentos de organizar redes terroristas habían llegado ilegalmente a España y otros paises de Europa a través del Estrecho de Gibraltar. Las informaciones que se poseen indican que las bandas yihadistas incluyen esta vía para introducirse en lo que ellos denominan “territorios de los infieles”, y existen varias bandas islamistas que están detrás de estos planes como Al Qaeda y Boko Haram, la banda yihadista tristemente famosa por el secuestro de niñas y que lidera un sujeto despiadado y peligroso llamado Abubakar Shekau.
En África hay otros grupos yihadistas que en algún momento podrían intentar utilizar la vía de Ceuta y Melilla y la costa mediterránea de Marruecos para llegar a España y, por ende, al resto de Europa. Y para ello los cabecillas de Al Qaeda y del Estado Islámico no cesan de animar a sus combatientes para que cometan atentados en esta parte del mundo. En un mensaje, Abu Bark Bagdhadi, del Estado Islámico, lo expresaba de una manera contundente: “Una acción en Occidente vale por mil que podamos cometer en nuestro territorio”.
El año pasado, las bandas yihadistas causaron casi 20 víctimas mortales en todo el mundo y una cifra similar de heridos. Pero sólo tienen eco en los medios de comunicación y, por lo tanto, en la opinión pública, las que tocan de cerca a los occidentales. Las demás, se ven como algo lejano. Algo que debe ser tenido en cuenta por la peligrosidad de estas bandas y su intención de atacar Occidente. Ante todo esto se comprende muy bien la postura de algunos países en su rechazo a la indiscriminada inmigración. Es necesario cada vez más un serio control. Tenemos el derecho de saber quiénes son los que van a morar en nuestras casas.
El cabecilla de uno de los últimos saltos al vallado de Ceuta, en los que se registraron actos de gran violencia contra los agentes de la Guardia Civil, era un experto en guerrilla que venía desde Togo. No se le pudieron probar conexiones con el yihadismo, pero su sola presencia como cabecilla del salto fue considerado como un hecho. Fue detenido junto con los que protagonizaron los actos más violentos contra los agentes de la Benemérita y puesto en libertad bajo fianza.
Los citados expertos subrayan que en el viaje a través de África se producen bajas porque sólo lo superan los más fuertes y preparados físicamente, precisamente por haber tenido el entrenamiento adecuado y de los que en el pasado protagonizaron atentados o intentos de organizar redes terroristas habían llegado ilegalmente a España y otros paises de Europa a través del Estrecho de Gibraltar. Las informaciones que se poseen indican que las bandas yihadistas incluyen esta vía para introducirse en lo que ellos denominan “territorios de los infieles”, y existen varias bandas islamistas que están detrás de estos planes como Al Qaeda y Boko Haram, la banda yihadista tristemente famosa por el secuestro de niñas y que lidera un sujeto despiadado y peligroso llamado Abubakar Shekau.
En África hay otros grupos yihadistas que en algún momento podrían intentar utilizar la vía de Ceuta y Melilla y la costa mediterránea de Marruecos para llegar a España y, por ende, al resto de Europa. Y para ello los cabecillas de Al Qaeda y del Estado Islámico no cesan de animar a sus combatientes para que cometan atentados en esta parte del mundo. En un mensaje, Abu Bark Bagdhadi, del Estado Islámico, lo expresaba de una manera contundente: “Una acción en Occidente vale por mil que podamos cometer en nuestro territorio”.
El año pasado, las bandas yihadistas causaron casi 20 víctimas mortales en todo el mundo y una cifra similar de heridos. Pero sólo tienen eco en los medios de comunicación y, por lo tanto, en la opinión pública, las que tocan de cerca a los occidentales. Las demás, se ven como algo lejano. Algo que debe ser tenido en cuenta por la peligrosidad de estas bandas y su intención de atacar Occidente. Ante todo esto se comprende muy bien la postura de algunos países en su rechazo a la indiscriminada inmigración. Es necesario cada vez más un serio control. Tenemos el derecho de saber quiénes son los que van a morar en nuestras casas.
