Opinión

El fracaso de la "geringonça" portuguesa

En las pasadas elecciones legislativas portuguesas del 5 de octubre de 2019, elegidos los 230 diputados de la Asamblea y sin mayorías absolutas, se hizo célebre una palabra para referirse al gobierno que formó Antonio Costa con el PC ( comunistas) y el BE (Bloco de Esquerdas). Fue calificado como la “Geringonza”, una chapuza. Y precisamente ahora cae la legislatura porque esa izquierda ha querido. Hubiesen bastado tres abstenciones de esos grupos para salvar los presupuestos que fueron rechazados.
Visto el fracaso de los presupuestos al presidente Marcelo le quedaba la solución de disolver la Asamblea de la República tras consultar al Consejo de Estado en una reunión extraordinaria celebrada en Cascais en el Palacio de la Ciudadela. Y con esta decisión están de acuerdo la mayoría de los portugueses según encuestas recientes el 59%, aún cuando se reconoce que es malo para el país unas nuevas elecciones el 54%. Solo el 33% dice que es bueno para Portugal. Y reconoce la mayoría que la culpa de este adelanto se debe lógicamente a la izquierda. También hay voces que sostienen que debiera Costa haber negociado con el PSD. 
Quien sale bien parado es el presidente Marcelo por su gestión de la crisis. El 42% de los portugueses lo aprueban y unicamente el 26% lo ven mal. Evidentemente desde la izquierda que en definitiva es la causante de esta situación. El 27% se abstiene. La satisfacción con la intervención de Marcelo como se ve es mayoritaria pese a las dudas de algún partido de izquierdas. Y Costa se niega a cesar a su gobierno algo que también sostiene el Presidente de la República. Por el contrario los votantes del PSD, CHEGA y liberales prefieren la dimisión de Costa.
Con este panorama las próximas elecciones se plantean como una gran incógnita porque faltan verdaderos lideres con carisma y el mismo Antonio Costa posiblemente pague su desgaste aun cuando previsiblemente pueda ser el más votado. Pero, con todo, nadie se atreve, de momento a poner otro candidato. Muchas cosas tendrían que suceder para que esto sucediese. En la derecha suenan dos nombres, Ruí Rio (64 años) que fue alcalde de Porto y ahora es el portavoz del PSD en la Asamblea, y Paulo Rangel (53 años) destacado parlamentario europeo y protegido de la mítica Manuela Ferreira Leite que sigue siendo punto de referencia para el PSD.
Ruí Rio tira más hacia la izquierda que Rangel, y por ello le votarían algunos descontentos del PS. Pero más aún posiblemente votarían a Rangel, que posee más carisma, muchos descontentos con Costa y con los gobiernos de izquierdas. El haber ganado Carlos Manuel Félix Moedas (PSD),con sorpresa, recientemente, la alcaldía de Lisboa frente al candidato de Antonio Costa, que se presentaba a la reelección, el socialista Fernando Medina, fue un duro contratiempo para el primer ministro. Esto se junta al rechazo ahora de los presupuestos lo que significa un mal ambiente presente.
Por otra parte Ruí Rio posee en su trayectoria un punto discutible. Al cesar como Alcalde de Porto, su partido el PSD propuso un sustituto que a Ruí Rio le desagradaba. Fue entonces cuando él colocó otro candidato en contra del de su partido que después, con su apoyo, ganó la Cámara de la segunda ciudad del país. Ese dato aún hoy muchos del PSD se niegan a olvidarlo pese a que se presentó para la Asamblea y hoy es allí el líder de su formación. 
En los dos meses que restan para los comicios pueden suceder muchas cosas. Veremos como acaba y las maniobras que Marcelo hábilmente hará en bien del pueblo luso y por la unidad interna de los partidos. Y cuidado que el CHEGA (el Vox portugués) que está subiendo. Y esperemos al resultado de las próximas primarias del PSD.

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