Opinión

En esta época de la vida...

Sin lugar a dudas, mi amigo Adolfo tiene razón: “En esta época de la vida…” En cada momento de nuestra existencia es necesario tener siempre visión de futuro y saber adaptarse a las circunstancias que nos van deparando los acontecimientos. De nada vale enfadarse o deprimirse ante la realidad de cada momento. Y, dadas las circunstancias actuales, con la célebre, tristemente célebre, pandemia, que aún desconocemos su origen, es necesario saber adaptarse y afrontar los retos que esos momentos nos deparan.
Se lamentaban unos sevillanos que viven lejos de la ciudad de Híspalis de tener que estar lejos de la Giralda en las ferias de abril sin poder disfrutar de esos momentos tradicionalmente entrañables que cada primavera se presentan en Sevilla. Como están molestos añorando el haber tenido que renunciar a la Semana Santa única en el mundo. Y a propósito de esto último viene a mi memoria un incidente que me ocurrió en Zamora hace ya de esto muchos años. Predicaba una novena y se me ocurrió decir una frase que me costó gran disgusto. Les decía algo que nunca más quisiera repetir. Les decía que es muy diferente la Semana Santa castellana, más seria, recogida y espiritual, a la sevillana más folclórica… Allí estaba un sevillano y al final le faltó poco para pegarme, y gracias al párroco que me protegió. Al final me convencieron de que las dos son muy diferentes, pero en el fondo de las dos emana el sentido de la fe, distinto, pero sentido de fe.

Posiblemente en esta situación que atravesamos a los andaluces les toque prescindir de sus manifestaciones externas para centrarse en sus casas en el recogimiento y en una supuesta contemplación ya sea religiosa o profana. Es cierto, en este sentido, que “no hay mal que por bien no venga”. Y mire usted por donde ahora toca a todos, sean de la idiosincrasia que fueren, ser un poco más serios al menos externamente. Y decimos que a todos los niveles. Es el momento de agudizar la inteligencia, ser creativos y buscar nuevos cauces y caminos para nuestras vidas, nuestras relaciones sociales, deportivas e incluso religiosas. Nada va a ser igual a lo que antaño vivíamos. Incluso a nivel deportivo nace ahora la idea de una nueva competición creando polémica entre los estamentos deportivos. Todo fruto de la manera en la que estamos atravesando.
Baste darse una vuelta por cualquier ciudad y ver el comportamiento que adoptan los ciudadanos, las empresas y todas las distintas actividades. Totalmente diferentes a las de antaño. Y esto también es fruto de la inteligencia que facilita a los humanos el saber acomodarse con las exigencias. Por eso estamos asistiendo a una “universidad” única que es la que nos está preparando cada día para que sepamos acomodarnos. Y si echamos una visión a la historia de la humanidad observaremos que en cada época las costumbres, incluso el arte, la literatura y la cultura en general han ido cambiando. 

Y, para terminar, una de las situaciones de la época es el alzhéimer. Ahora la vida llega a mayor longevidad y, con ello, o como consecuencia de los años, nos encontramos con gran cantidad de personas que pierden la cabeza. ¡Triste experiencia! Pero también es algo que en esta época menudea más de lo que desearíamos. También esto tenemos que asumirlo y afrontarlo sin inútiles desesperaciones, antes bien con el amor, la cercanía y el cariño que estas personas desean, y puedo hablar por propia experiencia.

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