Opinión

Como "matrimonio bien avenido"

Decía un amigo mío que estas relaciones son como las de un matrimonio bien avenido. Una vecindad continuamente cuestionada casi siempre por lo mismo. Parece imposible una relación fluida siendo así que las dos monarquías se “aprecian” mutuamente aún cuando la marroquí se enfada cuando alguna autoridad española, sea el rey o el presidente del Gobierno visitan suelo español que son Ceuta y Melilla. Los del otro lado del Estrecho, erre que erre, desean que aquello sea de Marruecos. Como nosotros deseamos que Perejil siga siendo español y Gibraltar se añada a España.

El conflicto del Sahara ya creó un serio problema estando Franco en el lecho de muerte y allá tuvo que ir para parar la Marcha Verde el llamado “sonrisa del régimen”, el ministro José Solís Ruíz. Ahora, otra “marcha”, que desconocemos si es verde, negra o colorada, pero que es una verdadera invasión consentida de ciudadanos marroquíes en territorio español que es y sigue siendo Ceuta y Melilla. En todo caso, Portugal al margen, cuando fue suya y la bandera ceutí es la de Lisboa con el escudo luso en el medio. La llegada de más de 8.000 marroquíes de manera irregular a Ceuta es el más reciente de los choques entre ambos países. Se debió primero a la relajación de la vigilancia policial en todo el norte de Marruecos. 

 Han sido en varias ocasiones motivo de discrepancias. Ya vivieron un momento difícil en sus relaciones cuando se aprobaron los estatutos de autonomía de Ceuta y Melilla, en 1994, lo que obtuvo como respuesta una ofensiva diplomática de Marruecos al solicitar a la ONU la “devolución” de las ciudades. Y el 2 de noviembre de 2007, cuando Marruecos anunció la llamada a consultas de su embajador en Madrid, tras anunciarse la primera visita en 32 años de los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, a las dos ciudades autónomas. En diciembre de 2020, el primer ministro marroquí, Otmani, elevó la aspiración de Marruecos sobre la soberanía de Ceuta y Melilla, que provocó una respuesta rápida del Ejecutivo español pidiendo explicaciones a la embajadora.

Ahora la hospitalización en Logroño de Ghali, secretario general del Frente Polisario, por razones humanitarias y con identidad falsa, según Marruecos, fue el desencadenante del enfado, y advirtió que “extraerían todas las consecuencias”. Por otra parte, la declaración de Trump sobre el Sáhara el pasado diciembre afirmando que su país reconocía la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental e incluía relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel. Pero ni España ni los demás países europeos han seguido los pasos de Estados Unidos.

Rabat, en la misma frontera ceutí se limita, a veces, a permanecer en sus puestos, sin tratar de frenar el incesante goteo de personas que entraron descontroladamente en la ciudad. Grave el problema político pero mucho más grave el problema humano que sufren los que escapan de la miseria y el hambre en busca de ayuda y socorro. Un año de intensos flujos migratorios En 2020 se registró solo en Canarias la entrada irregular de más de 32.000 inmigrantes y 5.000 más en los cuatro primeros meses de 2021. A lo largo de 2020, esta larga crisis ha supuesto el cierre de más de 600 comercios en la ciudad de Castillejos, vecina de Ceuta. La visita de Pedro Sánchez y el anuncio de la visita de los reyes de España a Ceuta y Melilla causó gran enfado en Marruecos.

Es cierto que hay razones humanitarias para recibir a estas personas que tan mal lo están pasando en su país, pero las circunstancias que rodean esta crisis parecen caminar por otro lado y aconsejar otras actitudes. Tanto al UE como la ministra de Defensa española han sido claros en su apoyo por todos los medios a España. Falta que EEUU considere su actitud. 

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