Opinión

Carta de un padre ateo y socialista

Hace tiempo se hizo pública una carta de un padre socialista y ateo en la que le explica a su hijo por qué debe ir a clase de Religión. El hijo le pedía que le eximiese. El tema es de gran actualidad. Le responde el padre: “Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás. No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre. Has oído declaraciones buenas para arrastrar a algunos, pero que están en pugna con el más elemental buen sentido. ¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute?” 

Y sigue en la misiva el padre: “Dejemos a un lado la política y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender historia y la civilización de los griegos y de los romanos y ¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen?”
Y le sugiere leer a varios personajes: “¿Puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelon, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente de cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? ¿Puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la filosofía más extendida, la moral más sabia y más universal de Rousseau? Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampere era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe.

”La religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras. Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las practican fielmente y llorar por los que no las toman en cuenta. La cosa es muy clara: la libertad exige la facultad de poder obrar en sentido contrario. Te sorprenderá esta carta, pero piensa, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación.”
Interesante carta de un padre, Alfonso Simón, que se profesa socialista y ateo y que posee el doctorado en Teología. A veces da la impresión de que para ser actual hay que ser ateo. Personalmente conozco a muchos que militan en partidos de izquierda y extrema izquierda que son creyentes y practicantes, de igual modo que algunos de formaciones de derechas que “presumen” de ser ateos. Mi ejemplo de siempre, y lo conocen mis lectores, ha sido Tierno Galván, de quien guardo con mucho afecto muy buenos recuerdos. Como aquellas declaraciones a una revista española ya en su lecho de muerte en un hospital: “¿Vd. es agnóstico, don Enrique?”, le preguntó el periodista. Y su respuesta fue clara: “Sí, soy agnóstico, no tengo fe y bien que lo siento porque de tenerla me hubiese resuelto muchos de mis problemas personales, académicos e incluso políticos”. Una contundente respuesta muy a tener en cuenta. Así, exigió la cruz en su despacho de la alcaldía madrileña para su toma de posesión.

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