Opinión

El Gobierno ahoga a los autónomos

El salario mínimo en España está en 13.300 euros al año, lo que, con las pagas prorrateadas, implica un poco más de 1.000 euros al mes. Estamos hablando de las personas menos favorecidas en el mercado laboral. 
Esta fotografía es la de los trabajadores por cuenta ajena. Por supuesto, es necesario avanzar, mejorar esta situación, sin duda. El objetivo de todos debe ser profundizar en el bienestar. Y, en este sentido es cierto que, en el caso de las personas asalariadas, por lo menos el Estado establece los mínimos que deben cobrar, garantiza unos derechos y les facilita una negociación colectiva.
Pero, ¿qué pasa con los autónomos? Son trabajadores, igual que los demás, pero sin derechos reconocidos, sin “garantías” de mínimos, sometidos a los efectos inmediatos en los cambios y que, para progresar, deben invertir su dinero, su conocimiento, sus habilidades y su trabajo. Luchadores solitarios, sin el recurso de la “presión colectiva” para negociar. Lo sé porque he sido autónomo casi toda mi vida.
Dentro de la improvisación general del este Gobierno, por lo que se había anunciado hasta ahora de la reforma del Régimen Especial del Trabajo Autónomo, lo que el Estado considera un trabajador por cuenta ajena en situación “de mínimos” es lo mismo que pasaría a considerar como un “autónomo privilegiado” y, por lo tanto, obligado a someterse a una mayor presión fiscal.
Veamos algunos ejemplos de lo que pasaría con la única propuesta que hemos conocido hasta ahora. El oscurantismo del Gobierno hace que los únicos datos que hemos podido conocer son los resultados de los cálculos realizados por la prensa nacional y economica.
Un trabajador autónomo que pretenda ingresar anualmente 11.501 euros debería producir 17.000 euros (facturar 20.570 euros). De esta manera obtendría más o menos el salario mínimo.
De la misma manera, un trabajador autónomo debería producir 22.000 euros al año (facturar 26.620 euros) para poder ingresar 14.959 euros. Es decir, más o menos lo mismo que un asalariado con el sueldo medio. Entre Seguridad Social e impuesto sobre la renta, el trabajador autónomo debería aportar más de 7.000 euros al año.
El trabajador autónomo con sueldo medio debe pagar los impuestos que le corresponderían como trabajador y los que le corresponderían como empresario. Está sometido a las mismas amenazas y penurias que cualquier trabajador, y también a todas los riesgos y costes añadidos que asume un empresario. Debe hacerse cargo de la gestión administrativa de las declaraciones trimestrales de IVA y, si necesita del tiempo para dedicarlo a su actividad principal, debe también pagar por los servicios de asesoría necesarios para la tramitación del resto de las obligaciones fiscales. Y pagar los seguros a los que obligue su actividad, y los gastos financieros… Todo ello sin dejar de ser un trabajador de “suelo mínimo” o de “sueldo medio”.
En definitiva, el Estado está empeñado en que los autónomos concentremos todo lo “malo” que conlleva ser un trabajador y todo lo malo que conlleva ser un empresario.
Y ya no digamos, por ejemplo, un autónomo que pretenda ganar 2.000 euros al mes. Estos serán, con la reforma anunciada, los que resultarán más castigados. Es a estos a los que se refiere el Gobierno cuando habla de que paguen más impuestos los que más tienen. Estarán obligados a facturar mensualmente 4.840 euros, deducir el IVA (840) y pagar el coste de esta gestión (o dedicar su tiempo a hacerlo), pagar 935 euros en cuotas de autónomo y otros 950 euros de IRPF.
En definitiva, una persona tendría que ser una “empresa” que factura unos 57.000 euros al año para poder ser un “trabajador” que gana 2.000 euros al mes.
Y ojalá que pueda desarrollar su actividad sin tener que desplazarse. Porque, si además de autónomo tiene que viajar para hacer sus ventas y gestiones o distribuir sus servicios o productos, tendrá que asumir también el nuevo impuesto que se anuncia para el uso de las autovías.
Lo de este Gobierno con los impuestos es enfermizo. Deseo y espero que anuncios como el de la reforma del Régimen Especial del Trabajo Autónomo o el de las tasas por el uso de las autovías no hayan sido más que globos sonda de un Gobierno irresponsable, como parace que se está confirmando. Sólo el hecho de formular estas propuestas es ya un desprecio absoluto a personas que afrontan muchos riesgos y sacrificios para poder disponer de una renta que les permita vivir una vida normal, pagar un alquiler a una hipoteca, llevar a sus hijos al colegio… y poco mas. Decir que personas que aspiren a esta vida los convierte en una clase privilegiada obligada a pagar más impuestos es injusto y frustrante. ¿Es así como quieren animar a la economía y al bienestar.

(*) Senador del Partido Popular

Te puede interesar