Hemos comenzado un nuevo año, pasando página, pero con una incertidumbre de un futuro más incognito que nunca. Los medios de comunicación nos inundan con información, pero, dependiendo del cristal por el cual se mira, la mayor parte del tiempo nos dejan más confusos que nunca. Por eso conviene recordar que la buena literatura sigue siendo el pilar fundamental para la humanidad, sea histórica, de ficción incluso infantil para reflejar la sabiduría o la insensatez del ser humano. Les daré unos ejemplos. El escritor inglés, James Hilton, escribió una novela en 1933, que luego se llevo a la pantalla titulado ‘Horizontes Perdidos’. Relata la llegada de un grupo de extranjeros a un monasterio tibetano al mundo de ‘Shangri-La’ escondido en las Himalayas. Aquí vive una sociedad pacifica, donde gobiernan unos sabios lamas en paz, igualdad y vida casi eterna de los ciudadanos. Destaca la alusión por el gran Lama que lo fundó de una guerra de proporciones catastróficas que pudiera destruir toda la civilización. El que encuentra este paradisiaco escondite debe permanecer para siempre.
Otro escritor famoso, James A. Michener, durante la II Guerra Mundial estaba estacionado en la isla de Espíritu Santo en el Océano Pacifico y cerca se encontraba la isla de Ambae en Vanuatu. Al acabar la guerra escribió su famosa obra, ‘Cuentos del Pacifico del Sur’ que luego se basó la obra musical de Rodgers y Hamerstein en donde describe la isla de Bali Ha’i’ (Ambae) como remota, tranquila, mistica donde abunda la inocencia y la felicidad. Por último, está la obra literaria de Lyman Frank Baum, una de las más famosas del mundo, editado en Chicago en 1900 titulado, ‘El magnífico mago de Oz’. Narra las aventuras de una muchacha, Dorothoy en la tierra de Oz. Fue considerada en su día como una alegoría directa de la lucha política y económica entre los magantes del oro y el bimetalismo en Estados Unidos a finales del sigo XIX, en concreto el estado de Kansas.
Sin embargo, el éxito es por ser un cuento infantil. La historia es bastante complicada pero el resumen es que busca el arco iris que la llevara al mundo de Oz y durante su viaje conoce a tres personajes, un espantapájaros que quiere recuperar su cerebro, hombre de hojalata que desea un corazón de verdad y un león cobarde que quiere ser valiente y feroz. El final resulta ser que Oz no existe y todo es un cuento chino. Fue llevado a la pantalla por la ya desaparecida actriz Judy Garland y es un clásico de memoria histórica del cine. ¿Pero, se preguntarán, por qué resaltar estas obras muy distintas pero que tienen un mismo ‘mensaje’? Explico. En primer lugar, todas son historias sobre un mundo que no existe. Poder satisfacer a todos para ser felices y a comer perdices sería la panacea de la vida.
Hay una canción antigua que dice, ‘todos queremos más’ pero en la realidad no se puede satisfacer a todo el mundo porque en la vida real siempre habrá los que triunfan y los que pierden. Sin embargo, el actual gobierno en funciones del PSOE ha firmado un pacto de programa con Podemos que consiste de 289 epígrafes y, aunque es el mismo que fue presentado en la página web del partido hace ya unos 4 años es una increíble tesis utópica similar a las mencionadas historias, que trata de satisfacer a todo el mundo. ¡Ah! Menos a los ricos. Como estamos en época de los Reyes Magos es como leer una lista de ‘Toys ‘R’ us’ donde hay un juguete para todo niño/ña. Veremos que pasa este nuevo año. Felicidades a todos.
