Opinión

Turismo en Galicia

Después de una vida internacional de más de cuatro décadas, viviendo y trabajando junto con mi mujer la gallega en tropecientos países del mundo que han incluido cientos de semanas de vacaciones mundiales y de todo tipo, había llegado un momento ya bien jubilado y afincado en Galicia hace ya más de veinte años de concentrar nuestro turismo a España - tres veces a Tenerife - y el resto a Galicia. 
Uno de los propósitos fue pasar los fines de años en una casa rural siempre buscando lo intimo y no las ofertas de ‘barra libre’. Recuerdo uno en un pueblito en la provincia de Coruña que éramos los únicos y cenamos con los dueños y su familia en la gran cocina que incluía un gran horno de leña. En otra ocasión, creo que era en un pequeño pueblo en Lugo que mientras mi mujer se ‘arreglaba’ para la cena me fui a la única tienda que era a su vez el bar y tuve el placer de tomar un par de vinos con los del pueblo. Estaba lleno. Como soy ‘observador’ la tienda vendía desde veneno para matar ratas a verduras del propio jardín de la tienda. Tenían televisión, sintonizado naturalmente en la TVG. Aparte de los fines de año, sigo con miles de fines de semanas en otro placer gallego que es el de los spas. Mi última novela romántica que se desarrolla en Ourense menciono las ‘Burgas’. Hemos conocido a casi todos desde Acuña en Caldas de Reis hasta el de Laias y en especial el de Mondariz Balneario. Este último desde hace más de diez años con por lo menos cuatro visitas anuales. 
Pero el verdadero turismo era llegar a conocer todas las ciudades capitales de cada provincia desde Ferrol hasta Pontevedra. No me refiero solo a la época de verano que naturalmente lo hemos hecho en nuestras magnificas playas como Samil o el Vao. Mas bien la concentración era durante el otoño y el comienzo de la primavera. Aparte de lo más obvio que es la Catedral de Santiago, las murallas de Lugo, los cantones de A Coruña, la playa de las catedrales, para dar ejemplos, me refiero mas a todo lo típico de cada ciudad con hospedaje en los paradores, visita a museos, los ‘cascos viejos’, las zonas de taparías. Casi siempre hemos usado el tren que a su vez es un viaje de placer de observación del panorama verde de Galicia. ¿Por qué les cuento todo esto? Es que se me ocurrió pensar en los políticos desde los más altos cargos en la Xunta, de las diputaciones, las capitales culminando en los de los mas pequeños pueblos como los mencionados antes. ¿Cuántos presidentes/as, alcaldes/as, conselleros/as, concejales/as incluidos los de la oposición conocen a fondo Galicia y han hecho turismo en lugares que no son de su jurisdicción? Tampoco me refiero a los tropecientos actos públicos en donde los mas poderosos viajan en transporte oficial para lo que sea. No. Me refiero al verdadero turismo para conocer su propio hogar que es Galicia. Reconozco que la edad, el trabajo y el tiempo libre son factores importantes, pero cuando observo las declaraciones con promesas de todo tipo de tantos políticos, en especial durante las campañas antes de las elecciones, sean los que sean me pregunto cuántos verdaderamente conocen a la Nación de Breogán como el que firma esta nota. 
Desgraciadamente el mundo esta sufriendo de un ataque feroz de la pandemia del COVID-19 y el turismo en general se ha ido al garete. Nadie tiene la culpa.

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